
Según la Academia Americana de Pediatría, la buena nutrición inicia con la lactancia materna exclusiva (solo leche materna). La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef recomiendan el inicio inmediato de la lactancia materna durante la primera hora de vida, la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida y, de aquí en adelante, la introducción de alimentos complementarios (sin dejar la leche materna al menos hasta los dos años de edad).
Además, la OMS estima que si todos los niños de 0 a 23 meses de vida fuesen amamantados, se podría salvar la vida de más de 820 mil niños menores de cinco años cada año alrededor del mundo.
¿Por qué es importante la leche materna durante los primeros meses de vida? ¿Se beneficia solo el bebé? ¿Hay alimentos que pueden sustituir a la leche materna con los mismos beneficios? Aquí te lo contamos.
Resumen
- La lactancia materna debe ser exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
- Pasados los seis meses, dependiendo del desarrollo del bebé, se pueden incluir otros alimentos en la dieta, sin dejar la lactancia materna.
- La OMS recomienda extender la lactancia hasta los dos años de vida.
- La lactancia es de vital importancia pues ayuda a inhibir enfermedades crónicas e infecciones en el niño.
- La lactancia materna propicia el desarrollo intelectual.
- Los beneficios de la lactancia también incluyen a la madre: disminuyen las hemorragias post parto y se reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama u ovarios.
Etapas de la lactancia materna

¿Por qué se recomienda la leche materna?
La OMS considera que la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida es lo óptimo. Con “lactancia materna exclusiva” la organización internacional se refiere a que solo se alimente a los recién nacidos con leche materna.
Según la misma organización, ello repercute a largo plazo en el buen rendimiento escolar, el desarrollo infantil y en la productividad del adulto, pues la lactancia materna afecta el desarrollo intelectual, neurológico e inmunológico de la persona.
La lactancia permite proteger a los niños de infecciones, enfermedades crónicas, alergias y diarreas, además de que calma la sed. Es decir, elimina la necesidad de hidratar con otras sustancias como té, leche en fórmula o incluso agua.
Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) sostiene que la lactancia materna exclusiva disminuye el riesgo de desarrollar obesidad y diabetes durante el resto de la vida del lactante.
Siguiendo los lineamientos de la OMS, el Ministerio de Salud del Perú (Minsa) recomienda que, durante los primeros seis meses de vida, el bebé sea alimentado únicamente con leche materna. Después, la lactancia debe complementarse con alimentos recomendados por un especialista.
Sin embargo, existen algunos casos en que la madre no puede dar de lactar (por indicación médica) y se recurre a la fórmula o los bancos de leche, que son las dos mejores alternativas para un niño que no puede ser alimentado con leche materna. Esto lo explicaremos más adelante.
Ventajas de la leche materna frente a la fórmula
Una revisión de estudios del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos reportó menores riesgos a la salud en los niños alimentados con leche materna frente a aquellos que fueron alimentados con fórmula.
Así, se detalla que los infantes que nunca fueron alimentados con leche materna tienen 178% más probabilidades de sufrir diarreas y vómitos. Además, los infantes que fueron alimentados de manera exclusiva con fórmula tienen 100% más probabilidades de desarrollar infecciones agudas del oído en comparación con los que fueron alimentados de manera exclusiva con leche materna durante 3 o 6 meses.
La investigación también asegura que la alimentación con leche materna, de al menos 6 meses de duración, está asociada con menor riesgo de desarrollar leucemia en comparación con una alimentación basada exclusivamente en fórmula.
Además, se debe tener en cuenta que el riesgo de hospitalización por enfermedades del tracto respiratorio durante el primer año de vida es un 250% mayor en niños que han sido alimentados con fórmula frente a quienes recibieron leche materna durante al menos los primeros cuatro meses de vida.
Por otro lado, el mismo estudio señala que las posibilidades de muerte súbita infantil son 56% mayores en los niños que nunca han sido alimentados con leche materna. La investigación apunta que la alimentación con fórmula está asociada con mayores riesgos de contraer enfermedades e infecciones crónicas importantes como la diabetes, el asma y la obesidad infantil.
Beneficios en la salud de la madre
La lactancia materna también beneficia a la madre. Por un lado, disminuye las hemorragias post parto, debido a que el útero se contrae. Además, se asocia con menores riesgos de sufrir cáncer de mama (4%) u ovarios (27%), según un estudio del Departamento de Salud Pública de los Estados Unidos.
La Unicef indica que el dar de amamantar ayuda a espaciar los embarazos (funciona como anticonceptivo con un 98% de efectividad siempre y cuando la madre no haya menstruado desde el nacimiento de su hijo) y a que la madre pierda el peso que ganó durante el embarazo. Esto último ocurre porque la grasa acumulada es utilizada como energía por el organismo de la madre para producir leche.
La situación del Perú
En el Perú, cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señalan que, durante el periodo 2012 – 2017, el 48.2% de los recién nacidos empezó a lactar dentro de la primera hora de vida. Pero estos porcentajes (de lactancia durante la primera hora) son superados en la selva y la sierra con 66.6% y 62.8%, respectivamente.
En contraste, en Lima Metropolitana (54.8%) y en el resto de la Costa (54%) más de la mitad de los recién nacidos recibió alimentos antes de empezar a lactar. Es decir, no recibieron la leche materna como primer alimento.
En un plano más amplio, en América Latina y el Caribe, 5 de cada 10 bebés no toman leche materna durante la primera hora de vida. En el 2017, cerca de 78 millones de recién nacidos en todo el mundo (tres de cada cinco niños) no recibieron leche materna durante la primera hora de vida. Así lo señala Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por otro lado, la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del primer trimestre del 2018 indica que 67.9% de niños menores de seis meses recibió leche materna el día anterior a la encuesta.
En el 2013, el Perú llegó al pico más alto de lactancia a nivel nacional (desde el 2000) con 72.3% de niños menores que fueron amamantados un día antes del sondeo.
Recomendaciones sobre la lactancia exclusiva durante los primeros meses
El Unicef y la OMS recomiendan que:
- La lactancia se inicie en la primera hora de vida.
- No se dé otro tipo de alimento al lactante, ni siquiera agua.
- «La lactancia se haga a demanda”, es decir, cada vez que el niño lo pida. Durante el día y la noche.
- No se usen biberones ni chupones.
Aun así, algunas mujeres reportan problemas para dar de lactar.
¿Por qué algunas mujeres no pueden dar de lactar?
De acuerdo con Julia María Sánchez Bermúdez, médico pediatra IBCLC (certificación internacional de consultores de lactancia) y coordinadora de la Unidad de Lactancia materna de la Clínica El Golf, “debemos partir de la premisa de que todas las mujeres pueden dar de lactar. El tema pasa por circunstancias específicas”.
Existen factores culturales, más que naturales, que influyen en que una mujer no produzca leche debido a que “todas las mujeres están fisiológicamente preparadas para ejercer una lactancia sana y correcta”, afirma Sánchez.
La especialista recalca que la producción de leche materna depende en gran medida de la preparación previa al parto. La incorrecta preparación es el primer gran factor de riesgo que influye en el éxito de la lactancia. La primera recomendación para las gestantes es tener atención previa de lactancia y consultas con un especialista en el tema.
La madre puede dejar de producir leche por factores psicológicos relacionados a algunos mitos, tales como asociar siempre los llantos del bebé con hambre y creer que no se le está dando la cantidad necesaria de leche. En este sentido, la especialista remarca la importancia de acudir continuamente a un especialista (pediatra) que pueda informar sobre el desarrollo del menor.
Sánchez Bermúdez señala las cinco razones por las cuales una madre que no puede dar de lactar podría optar por la leche de fórmula:
1) El VIH
2) Tuberculosis multidrogo resistente severa
3) Leucemia HTLB 1 (leucemia que se transmite por la leche)
4) Tratamiento de cáncer (quimioterapia o radioterapia)
5) Galactosemia (trastorno metabólico del recién nacido. No tiene la capacidad de metabolizar la lactosa de la leche)
Bancos de leche
Una opción para madres que no puedan dar de lactar son los bancos de leche. Estos están institucionalizados dentro de ciertos hospitales y están diseñados para alimentar únicamente a los recién nacidos por el tiempo que estén internados ahí ambos (la madre y el niño) o uno de ellos.
Esta alternativa funciona para todos aquellos niños que hayan nacido prematuros, en el caso en que la madre y/o el niño deban permanecer internados o se tenga la indicación médica específica de no dar de lactar.
En nuestro país, los hospitales que cuentan con bancos de leche son la Maternidad de Lima, el Hospital Dos de Mayo, Arzobispo Loayza, el Hospital Regional de Cusco y el Hospital El Carmen de Huancayo.
En este sentido, Theresa Ochoa, médico pediatra especialista en infectología, comenta que “la leche donada no es igual que la leche fresca de la madre porque pasa por procesos de esterilización para eliminar cualquier bacteria”, pero es una buena solución momentánea. Ochoa, además, señala que se debe recurrir a la leche en fórmula solo en el caso de que la leche materna (propia o de bancos de leche) no sean alternativas accesibles.