
Desde hace varios meses, Hong Kong ha sido escenario de una serie de protestas que, en las últimas semanas, han llegado a altos niveles de violencia. Miles de hongkoneses han salido a las calles a expresar su rechazo al gobierno chino e incluso un grupo de manifestantes entró al Parlamento de Hong Kong y colgó la bandera que los representaba cuando eran colonia británica.
¿Qué está ocurriendo en Hong Kong? ¿Por qué está sucediendo? ¿Qué hace distinto a Hong Kong de las otras regiones de China?
Resumen
- Hong Kong ha experimentado una serie de protestas en los últimos meses.
- Estas protestas y los enfrentamientos con las fuerzas del orden han ido escalando a través de los meses.
- Hong Kong fue una colonia británica desde 1843, al terminar la Primera guerra del opio.
- Hong Kong fue creciendo demográfica y económicamente bajo el control del Imperio británico.
- Producto del crecimiento económico y el contraste con el modelo comunista de China continental, los chinos hongkoneses desarrollaron una identidad propia, influenciada por los valores occidentales de libertad.
- En 1997, China recuperó el territorio hongkonés bajo el modelo de “un país, dos sistemas”. Este modelo brindaba a Hong Kong un alto grado de autonomía en términos económicos y políticos.
- Actualmente, los manifestante argumentan la autonomía de Hong Kong está siendo vulnerada por el gobierno chino.
¿Qué está pasando en Hong Kong?
Desde mayo de este año, se han desarrollado protestas masivas en Hong Kong contra de un proyecto de ley que proponía la extradición de criminales desde el territorio hongkonés hacia China continental.
Con el transcurso de las semanas, las protestas y choques entre los manifestantes y la policía se han incrementado. Los ciudadanos han invadido oficinas del gobierno, interrumpido el transporte público y destruido símbolos de la autoridad de China. Por otra parte, la policía no solo ha disparado gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes, sino que ha arrestado a activistas y legisladores de la oposición.

(Un manifestante junto a la bandera colonial de Hong Kong en el Parlamento hongkonés. Arriba, el símbolo de la ciudad de Hong Kong tachado. Foto: Reuters)
¿Por qué ocurre todo esto? Las protestas se originaron a raíz de un proyecto de ley que permitiría a los acusados de ciertos crímenes ser extraditados a China continental, donde las cortes son controladas por el Partido Comunista de este país. Los ciudadanos creen que esto serviría para acusar falsamente a opositores del gobierno.
Si bien Hong Kong pertenece a la República Popular de China, este tiene su propio sistema de gobierno, policía y sus propias leyes y una mini-constitución, llamada la Ley Básica.
Sin embargo, muchos hongkoneses sienten que China les está quitando su autonomía. No solo la actual jefa ejecutiva, Carrie Lam, ha sido nombrada por un comité pro-Beijing, sino que además se alega que el gobierno chino secuestró a cinco vendedores de una librería asociada con la venta de libros prohibidos en China continental y a un hombre de negocios de Hong Kong.
Así, los ciudadanos sienten que sus libertades han empezado a ser recortadas. Pero ¿por qué este territorio tiene este un estatus especial? Para entenderlo, es necesario conocer un poco de la historia colonial de esta ciudad.
Las Guerras del Opio y el control británico de Hong Kong
Según John Carroll, profesor de historia de la Universidad de Hong Kong y autor de «A concise history of Hong Kong«, algunas de las primeras descripciones de este territorio afirmaban que, antes de 1830, año en el que llegaron los ingleses a la zona, existían varias villas y aldeas. Su principal ocupación era la agricultura, pero también había algunas villas de la costa que servían como pueblos mercantes y puertos.
En 1841, el Imperio británico tomó control formal de la isla de Hong Kong en el contexto de la primera Guerra del opio.
Antes de continuar, es necesario explicar dos cuestiones importantes. Primero, qué fueron las Guerras del opio y, segundo, a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos del territorio de Hong Kong, pues no es tan simple como parece.
Las Guerras del opio fueron dos guerras entre China y el Imperio británico a mediados del siglo XIX. Estas guerras fueron desatadas por un conflicto comercial relacionado con la venta de opio ―una droga― en China por parte de comerciantes británicos. El motivo de la guerra fueron los intereses contrapuestos entre el Imperio Chino, por un lado, y los intereses económicos del Imperio Británico y de los comerciantes por el otro.
Para mediados del siglo XIX, la venta de opio en China era sumamente lucrativa para los comerciantes ingleses, quienes necesitaban dinero para importar grandes cantidades de té chino.
Sin embargo, el comercio extranjero de opio estaba prohibido por el gobierno chino, lo que devino en la venta ilegal de esta sustancia. Esto ocasionó una serie de tensiones entre los ingleses y los chinos, lo cual desató la primera Guerra del opio en 1839. Si te interesa enterarte más sobre estas guerras, te recomendamos ver este video.

El siguiente mapa nos muestra los territorios que tenía bajo su control el Imperio Británico en China. El primero de ellos fue la isla de Hong Kong (la de color naranja en el mapa), que se convirtió en colonia británica en 1843. Sin embargo, conforme pasó el tiempo, los británicos llegaron a controlar otros territorios adyacentes, como se aprecia en el mapa.

Luego de la Segunda guerra del opio, China le sede a los británicos la península de Kowloon en 1842. Posteriormente, en 1898, Gran Bretaña logró que China le arrendara los territorios que rodean Kowloon, llamados los New Territories, por 99 años, como compensación por el apoyo que brindaron los británicos en la primera guerra sino-japonesa, así como también las Outlying Islands, que están conformadas por aproximadamente 230 islas, la más grande de ellas la Isla Lantau.
Como explica Carroll, el nombre Hong Kong usualmente se usa para nombrar a estos cuatro territorios: la isla de Hong Kong, la Península de Kowloon, los Nuevos Territorios y las Outlying Islands.
En su libro, Carroll afirma que, para 1841, cuando los británicos tomaron el control de la isla Hong Kong, la mayor parte estaba desocupada: la población era, probablemente, de entre 5 y 7 mil habitantes.
Sin embargo, para 1842, un año después, la isla había incrementado su población a unos 15 o 20 mil habitantes. Asimismo, para este año, ya se habían construido oficinas oficiales, como la del magistrado, la oficina postal, una cárcel, etc. Además, se construyeron algunos caminos, muelles, tiendas, mercados y almacenes.
De hecho, según Carroll, para 1845, los visitantes europeos que llegaban a la isla comentaban frecuentemente sobre las opulentas casas de los comerciantes y las construcciones palaciegas del gobierno. De esta manera, Hong Kong fue creciendo como colonia británica a medida que pasaron los años.
Impacto de la toma comunista del poder en China
Otro de los sucesos que tuvo gran impacto en el desarrollo de Hong Kong fue la Revolución Comunista de China de 1949. La Revolución Comunista de China fue una guerra civil que se dio entre 1927 y 1949, cuando las fuerzas comunistas de Mao Zedong tomaron el poder del país. Si te interesa este tema, puedes leer este informe.

La toma del poder de China por parte de los comunistas tuvo un profundo impacto en Hong Kong. Como explica Carroll, incluso William Roger Louis, uno de los historiadores del Imperio británico más importantes, sostuvo que en esta época los británicos fueron testigos de una profunda revolución demográfica y económica en Hong Kong.
Según Carroll, en el periodo de 1946 a 1950, aproximadamente un millón de personas emigraron a Hong Kong de China (un aproximado de 300 personas al día). En mayo de 1950, el gobierno colonial tuvo que limitar la entrada de chinos continentales a la colonia; sin embargo para finales de ese año, la población de Hong Kong ya llegaba hasta casi los 2 millones y para 1955 a los 2 millones y medio. Esto a pesar de que el gobierno chino también empezó a controlar la emigración en 1951.
Otro factor fundamental que aportó al desarrollo de Hong Kong fueron los embargos impuestos por el gobierno británico, las Naciones Unidas y los Estados Unidos a la China comunista. De estos embargos, el más drástico, explica Carroll, fue el de los Estados Unidos. Los inspectores de este país, sostiene, tomaban medidas extremas para que ningún bien chino llegue a su país.

(Hong Kong en 1950. Fuente: U.S. Navy)
Por ejemplo, un producto que se exportaba a los Estados Unidos de Hong Kong era el pato seco. Sin embargo, era muy difícil saber si estos patos eran de China o de Hong Kong. Por ende, para poder determinar si eran patos aptos para ser exportados, un inspector debía estar presente al momento del nacimiento del animal para que este se marcado.
Posteriormente, al llegar a la adultez, era nuevamente marcado para poder ser exportado a los Estados Unidos. Una situación similar sucedió con los camarones. Dado que no era posible saber si habían nacido en China o Hong Kong, se prohibió por completo su exportación.
Hasta entonces, explica Carroll, Hong Kong había sido principalmente una ciudad en donde las mercancías eran importadas y almacenadas, para luego ser nuevamente exportadas: algo así como un puerto intermediario. Consecuentemente, los embargos hicieron que Hong Kong cambie de este tipo de economía a la manufactura.
Carroll afirma que los principales responsables de la industrialización de Hong Kong, luego de 1949, fueron los ciudadanos chinos de la colonia, ya sean originarios o inmigrantes recientes de la China continental y no de alguna política gubernamental. El autor explica que, en 1953, solo el 30% de las exportaciones de este territorio eran producidas localmente. Seis años después, en 1959, esta proporción había aumentado al 70%.
Esto se debió también en parte a que, desde que Hong Kong había pasado a ser una colonia británica, había tenido estabilidad económica y política y también se consideraba que era un buen puerto y una fuente de mano de obra barata. Carroll explica que esta industrialización no hubiera sido posible sin las redes de comercio y banca que se habían desarrollado en el siglo pasado. De hecho, él afirma que sin los fuertes préstamos de los bancos británicos que financiaron a los industrialistas chinos esta no hubiera sucedido. De esta manera, el estatus colonial ayudó a Hong Kong a emerger como centro financiero en Asia, a diferencia de otros países del continente que experimentaban inestabilidad política en este periodo.
El nacimiento de la identidad hongkonesa
Para Carroll, las décadas que van de 1950 a 1970 fueron determinantes para la creación de una identidad hongkonesa. Él explica que para la mayoría de estudiosos del tema, antes de la revolución comunista del 49, la mayoría de chinos hongkoneses se identificaba principalmente con China. Sin embargo, la mayoría de gente que nació después de la década del 50 tuvo poca relación con China continental. Además, una gran mayoría tenía padres que habían huido de ahí.
Esto produjo que estas nuevas generaciones se identifiquen menos con la República Popular China, nombre que adquirió este país con el gobierno comunista. De hecho, Alexander Grantham, quien gobernó Hong Kong desde el 47 al 57, afirmó que antes de que China se vuelva comunista, la mayoría de chinos de la colonia le tenían “poca lealtad” a Hong Kong. Esto, no obstante, afirma Grantham, cambió con la revolución; especialmente durante el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural; cuando las personas vieron el contraste entre la estabilidad política y la libertad económica de la colonia frente al caos y la represión en China. Esto produjo que durante los 60 y 70 muchos chinos nacidos en la colonia vieran a Hong Kong como su casa.

Además, explica Carroll, una parte importante de este sentimiento de identidad tenía fuertes raíces económicas: durante fines de los 60 e inicios de los 70 la colonia había experimentado un alto crecimiento económico. Para esta época, más gente podía adquirir departamentos e invertir en la economía de Hong Kong.
Este crecimiento económico, a su vez, desarrolló el crecimiento de la cultura popular hongkonesa expresada en películas, música y televisión. En el ámbito del cine, por ejemplo, tenemos películas clásicas como “El camino del Dragón”, con Bruce Lee y Chuck Norris, o “La serpiente a la sombra del águila”, primera película de Jackie Chan.
De esta manera, Carroll afirma que muchos ciudadanos se empezaron a sentir orgullosos de su estatus híbrido, que mezclaba valores chinos con valores occidentales como la libertad económica y el Estado de Derecho.
Por otro lado, a medida que China se fue abriendo al resto del mundo a fines de los 70 e inicios de los 80, los hongkoneses pudieron visitar los territorios continentales más fácilmente. Si bien Carroll explica que esto afianzó su identidad china, también los hizo sentir, en cierta medida, como una forma especial de chinos: eran culturalmente chinos sin necesidad de aceptar las políticas comunistas. En 1985, según Carroll, se hizo una encuesta que mostró que tres quintos de la población china de Hong Kong prefería verse a sí misma como hongkonesa que China.

(Un manifestante hongkonés muestra la bandera británica y una foto de la reina Isabel con la frase «Dios salve a la reina». Fuente: Reuters)
Fin del control británico y regreso a China
Por un largo tiempo, desde 1949, el gobierno comunista de China no se pronunció sobre la recuperación del territorio hongkonés. De hecho, Carroll explica que, después del desastroso Gran Salto Adelante, a través de Hong Kong, los mercados de China podían adquirir bicicletas, bienes enlatados, ropa, radios, etc. De la misma manera, en Hong Kong había distintas empresas chinas, incluyendo ocho pequeños bancos, dos compañías de seguros, tiendas por departamentos, etc.
Recién en 1972, luego de que China fuera admitida en la Naciones Unidas, Huang Ha, embajador de China, pidió en este fuero que Hong Kong y Macau ―una colonia portuguesa― sean removidas de la lista de territorios coloniales de las Naciones Unidas, lo cual fue cumplido ese mismo año. No obstante, esto no manifestó la intención de que le devuelvan a China estos territorios.
Carroll afirma que nadie sabe exáctamente cuándo fue que China decidió recuperar sus territorios. Sin embargo, se sospecha que Deng Xiaoping, líder de la República Popular China en ese entonces, se lo manifestó al gobernador de Hong Kong, Murray MacLehose, en 1979 durante una reunión oficial. Fue así que en 1982 empezó el proceso de negociaciones para que los ingleses devolvieran este territorio en 1997.
Las negociaciones dieron lugar a la Declaración Conjunta Sino-Británica que fue firmada en 1984. Esta declaración establecía que Hong Kong volvería a ser parte de China el primero de julio de 1997. Sin embargo, este tratado obligaba a respetar cierta autonomía del territorio. El tratado establecía que el sistema económico y social hongkonés no serían cambiados y tampoco sus leyes. Los derechos fundamentales de los ciudadanos como la libertad de expresión, religión o reunión serían respetados. Además, el gobierno de Hong Kong tendría el control sobre las políticas públicas y sobre los acuerdos comerciales. Estas medidas serían respetadas, según la Declaración, por al menos 50 años.
De esta manera, la declaración aseguraba la autonomía de Hong Kong en lo que Deng Xiaoping llamó la estrategia de “un país, dos sistemas”. La idea era que, si bien Hong Kong era parte de China, en el país podían coexistir dos territorios con modelos económicos y políticos distintos. De esta manera, en 1997, Hong Kong volvió a ser parte de China bajo el modelo “un país, dos sistemas”.
¿Respeta China la autonomía de Hong Kong?
Según Freedom House, una organización no gubernamental dedicada a promover la libertad y la democracia, así como analizar los retos para su expansión, estas protestas masivas en Hong Kong responden a un deterioro de la democracia y violaciones de los derechos por parte del gobierno chino.
Esta institución realiza, además, estudios anuales globales para medir la situación de los derechos políticos y libertades civiles de las personas en distintos países. Como se observa en el siguiente gráfico, el puntaje de Hong Kong en estos ámbitos se ha reducido en 9 puntos en los últimos 10 años. Freedom House afirma que esto se debe a los persistentes ataques contra la libertad de expresión, libertad de reunión y contra el Estado de Derecho. Además, la institución afirma que esto se debe a la creciente intromisión del gobierno continental chino contra la autonomía de Hong Kong.
