
De cada 100 adolescentes alrededor del mundo, 4.6 han dado a luz. En América Latina y el Caribe, esta cifra aumenta a 7 de cada 100 adolescentes. Nuestra región, de hecho, es la segunda con mayor porcentaje de adolescentes que han dado a luz.
¿Cuáles son las causas de los embarazos adolescentes? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Qué tan común es este fenómeno en el Perú? A continuación buscaremos explicarlo.
Resumen
- La pobreza, falta de educación sexual y violencia de género son algunas de las condiciones que aumentan las probabilidades de que una adolescente salga embarazada.
- El embarazo adolescente es de alto riesgo para la madre y el feto.
- 13.4% de las mujeres entre los 15 y 19 años han estado embarazadas. Entre los hombres de la misma edad, menos del 1% son padres.
- El porcentaje de adolescentes embarazadas prácticamente no ha variado en los últimos 14 años.
- Loreto es el departamento con mayor porcentaje de embarazos adolescentes en el 2017.
- En el Perú, cualquier relación sexual entre un mayor de edad y un niño(a) o adolescente de 14 años o menos es considerada violación sexual.
- En el 2016 se registró en el Reniec a 1,360 recién nacidos cuyas madres tenían 14 años o menos pero cuyos padres eran mayores de edad.
Factores que contribuyen al embarazo adolescente
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), existen muchos factores que pueden aumentar las posibilidades de que una adolescente salga embarazada. En algunos casos, el motivo son las condiciones socioeconómicas como la pobreza o la falta de oportunidades. En otros, el factor impulsor puede ser el matrimonio infantil o la búsqueda de un estatus social y de adultez.
En otras ocasiones, puede deberse a la reducida educación sexual que recibe la adolescente y la falta de acceso a métodos anticonceptivos. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que solo el 24% de mujeres de entre 15 y 24 años, en países de bajos y medianos ingresos, tiene acceso a educación sexual; en el caso de hombres es el 36%.
Por otro lado, la OMS señala que la violencia sexual es uno de los factores que explican el embarazo adolescente. En muchas ocasiones, las mujeres son incapaces de rechazar tener relaciones sexuales. Más de un tercio de mujeres en algunos países reporta que su primer encuentro sexual fue coaccionado. En Lima, de hecho, se hizo una investigación en 1995 y el 40% de las mujeres reportó que su primer encuentro sexual fue forzado (frente a un 11% en el caso de los hombres).

(Una madre adolescente sostiene a su hijo. Foto: Reuters)
Las consecuencias del embarazo adolescente
Salir embarazada durante la adolescencia aumenta los riesgos durante la gestación y el parto, tanto para las madres como para los fetos. Para las madres, los principales peligros son abortos espontáneos, hemorragias post parto, hipertensión relacionada con el embarazo, entre otros. Además, la OMS afirma que las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años en todo el mundo.
Aún más, según Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés), si el embarazo se da dentro de un matrimonio infantil, las mujeres reciben menos atención médica que las mujeres casadas adultas. Por ejemplo, en Vietnam, 98 de cada 100 mujeres casadas después de los 18 años recibieron al menos cuatro atenciones médicas. Sin embargo, solo 50 de cada 100 adolescentes casadas antes de los 15 recibieron la misma cantidad de atenciones.
En el caso del Perú, la brecha es menor, pero aún importante. Si hablamos de las mujeres casadas a los 18 años o más, 91 de cada 100 recibieron atención médica al menos cuatro veces durante su embarazo. En contraste, 72 de cada 100 adolescentes peruanas casadas o unidas antes de los 15 recibieron la misma cantidad de atenciones médicas durante su embarazo (la Unicef considera las uniones de hecho y convivencia).
Por otro lado, para los fetos y recién nacidos, aumenta la tasa de mortalidad. En los países de ingresos bajos y medianos, los hijos de adolescentes tienen un 50% más de probabilidades de sufrir una muerte prenatal o en los primeros días de vida. También tienen mayor riesgo de nacer con bajo peso, lo que a su vez tiene consecuencias en la salud del recién nacido, tales como infecciones, problemas respiratorios, problemas del sistema nervioso, como sangrado dentro del cerebro, problemas digestivos serios como enterocolitis necrosante, muerte súbita del lactante, ceguera, sordera, retraso mental, entre otras.
Sin embargo, no todas las consecuencias están relacionadas con la salud de la madre y del hijo. El embarazo adolescente también puede tener repercusiones sociales y económicas. Por ejemplo, muchas adolescentes son obligadas a dejar las escuelas, lo que limita sus posibilidades de acceder a una educación superior y, en su defecto, recorta sus oportunidades para encontrar un trabajo.
¿Qué tan grave es la influencia de los embarazos adolescentes en la deserción escolar? De acuerdo con un informe conjunto del Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer, el Banco Mundial y otras instituciones, las encuestas hechas a padres o tutores típicamente muestran que, dependiendo del país, entre el 10% y 30% de las niñas o adolescentes que dejan la escuela lo hacen debido al embarazo o al matrimonio.
¿Cuál es la situación en el Perú?
En el Perú, el embarazo adolescente no es un fenómeno extraño. En el 2017, el 13.4% de las mujeres cuya edad oscilaba entre los 15 y 19 años estuvieron embarazadas. Entre los hombres de la misma edad, menos del 1% son padres. La cifra de adolescentes que han estado embarazadas disminuyó a 12.6% en el 2018.

El gráfico anterior nos muestra que el porcentaje de adolescentes embarazadas por primera vez no ha variado significativamente durante el periodo 2004-2018. En los últimos 14 años, el porcentaje de adolescentes embarazadas ha aumentado y disminuido; sin embargo, se ha mantenido dentro del rango de 12% a 15%. El porcentaje más bajo fue en el periodo 2004-2006 (12.2%) y el más alto fue en el 2014 (14.6%).
Si lo vemos por regiones, el mayor porcentaje de adolescentes embarazadas por primera vez se encuentra en la selva (23%). En la costa y la sierra, el 13% de las adolescentes ha estado embarazada.
Pero ¿en qué condiciones ocurren los embarazos adolescentes en el Perú? Existen algunas condiciones que pueden aumentar las probabilidades de embarazos adolescentes. El nivel educativo es uno de ellos. Según el Fondo Nacional de Poblaciones de las Naciones Unidas, el 32% de las adolescentes peruanas embarazadas no tiene ningún nivel educativo, el 45% solo tenía hasta el nivel primario, el 12% se encontraba en el nivel secundario y solo el 7% tenía educación superior.
Por otro lado, la situación económica también es un factor condicionante. Las adolescentes que pertenecen al quintil* más bajo de la distribución de ingresos son las que tienen mayores probabilidades de salir embarazadas. Así, casi un 25% de las adolescentes del quintil de menores ingresos del Perú ha estado alguna vez embarazada. En contraste, menos del 5% de las adolescentes del quintil de mayores ingresos ha estado embarazada.
* (¿Qué es un quintil? Es una unidad económica que separa a la población en cinco. Cada quintil tiene el mismo número de personas. Sin embargo, son ordenados por nivel de ingreso. Así, el quintil superior es el que tiene más ingresos y el inferior, el que tiene menos. En ese sentido, se observa que las adolescentes con menos recursos del país son las que tienen mayores probabilidades de salir embarazadas).
Ahora veamos los departamentos con mayor porcentaje de adolescentes alguna vez embarazadas.

Los departamentos con mayor porcentaje de adolescentes alguna vez embarazadas pertenecen a la selva y todos estos casos se encuentran sobre el promedio nacional (13.4%).
Violación sexual y embarazo adolescente en el Perú
En el 2017, en los Centros Emergencia Mujer (CEM) se atendieron 30,681 casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes menores de 18 años. De los casos atendidos, 6,030 son casos de violencia sexual a niñas y adolescentes mujeres, una cifra bastante mayor a la de niños y adolescentes hombres, la cual es de 563.
ENTÉRATE DE MÁS: Las cifras de violencia sexual en el Perú
Actualmente, no existe información precisa sobre cuántos embarazos adolescentes se deben a violencia sexual. Sin embargo, el Observatorio Nacional de Violencia Contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables utiliza las cifras del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) para brindar una imagen general de la situación del país.
Antes de ver los datos, debemos tener en cuenta que en el Perú cualquier relación sexual de un menor de 14 años con una persona mayor de edad es considerada violación. En otras palabras, una persona debe tener 14 años o más para poder tener una relación sexual consentida según nuestra legislación.
Pues bien, en el año 2016 se inscribieron en el Reniec 41,115 recién nacidos cuyas madres eran niñas y adolescentes entre los 11 y 18 años y cuyos padres tenían más de 18 años. De esta cifra, 43 recién nacidos tienen padres mayores de 60 años; 3,625 tienen padres con edades entre los 30 y 59 años; y 37,447 recién nacidos tienen padres de 18 a 29 años.
Aún más, en el 2016 hubo 1,360 recién nacidos con madres de entre 11 y 14 años y con padres mayores de edad. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, el número de recién nacidos de madres de entre 12 y 14 años registrados en el Reniec aumentó en el 2018: 2,325 nacimientos de madres adolescentes de dicha edad (aunque no se reporta la edad de los padres).
Si tomamos en cuenta únicamente el número recién nacidos de madres que no tenían la edad de consentimiento (11 a 13 años) y de padres mayores de edad, la cifra es 271.

Como vemos, en el Perú, el embarazo adolescente se mantiene a niveles preocupantes. En los últimos 14 años, de hecho, el porcentaje de adolescentes alguna vez embarazadas no se ha reducido, sino que se ha incrementado levemente. Aún más, este es un fenómeno que está relacionado con la educación, los niveles de ingresos y la violencia sexual.