
Prácticamente es parte de nuestra cultura general saber por qué se extinguieron los dinosaurios: un meteorito cayó del cielo y causó estragos tan grandes en el planeta que estos asombrosos animales desaparecieron. Sin embargo, aunque no lo creas, esta no es la historia completa y hay científicos que incluso dudan que estos animales se hayan extinguido por el impacto de una roca espacial. De hecho, los científicos actuales consideran que no todos los dinosaurios se extinguieron y que entre nosotros viven sus descendientes. Pero ¿qué significa todo esto? A continuación, te lo contamos.
Resumen
- La idea de que todos los dinosaurios se extinguieron por el impacto de un meteorito no es cierta. Prueba de ello es la existencia de las aves actuales.
- Existe más de una teoría sobre por qué ocurrió la extinción masiva de dinosaurios. Podemos clasificar a estas teorías en dos grandes bandos: los gradualistas intrínsecos y los catastrófistas extrínsecos.
- Los gradualistas argumentan que esta extinción se dio gradualmente a lo largo de muchísimos años, debido a factores naturales de la evolución de la Tierra.
- Los catastrofistas argumentan que la extinción fue rápida y debido a un factor externo: un asteroide.
- Aún no sabemos exactamente qué pasó, aunque hay evidencia a favor de ambos bandos.
- Los dinosaurios son un conjunto de animales que tiene un antepasado común.
¿Qué fueron los dinosaurios?
Lo primero que tenemos que saber es qué fueron los dinosaurios. Después de todo, junto con los dinosaurios vivieron otros animales que no fueron dinosaurios, como peces o insectos. Asimismo, este es un grupo muy diverso de animales que vivió por aproximadamente 160 millones de años y, aun así, los categorizamos bajo un mismo nombre. Durante este tiempo, muchos dinosaurios y otros animales aparecieron, muchos otros se extinguieron y algunos, como veremos, no se extinguieron.
Pero ¿qué son los dinosaurios? Empecemos por lo primero: el nombre. Este fue propuesto por el anatomista inglés Richard Owen en 1842 y viene de las palabras griegas deinos y sauros, que juntas significan reptil terrible. Owen eligió este nombre al analizar los fósiles de tres especies encontradas en su época: el megalosaurio, el iguanodon y el hylaeosaurus. Él se dio cuenta de que estos animales tenían características similares a los reptiles, como cinco vértebras fusionadas en la zona del sacro.

(Megalosaurios. Imagen: Mariana Ruiz Villarreal)
Sin embargo, con el paso del tiempo, cada vez se encontraron más de estos antiguos animales con formas y tamaños diversos. De hecho, los paleontólogos han identificado más de mil dinosaurios. Pero ¿qué hace que todos estos animales tan heterogéneos sean categorizados bajo el mismo nombre?
Por un lado, comparten ciertas características en común: todos ellos nacen de huevos y reemplazan sus dientes a lo largo de su vida. Sin embargo, esto no es suficiente para catalogar a una especie como dinosaurio.
Hans-Dieter Sues, curador de paleontología de vertebrados en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, nos da una respuesta: el grupo dinosauria está compuesto por el ancestro común más reciente de las aves y del dinosaurio triceratops y todos sus descendientes.
¿Qué quiere decir lo anterior? Según Sues, si uno toma el esqueleto de un triceratops y el de una paloma, uno se da cuenta de que provienen de un mismo ancestro. Así, el término “dinosaurio” sirve para designar a este ancestro común y a las especies que evolucionaron a partir de él. De esta manera, se entiende que todas las aves actuales son dinosaurios.

(Imagen de un pelagornis sanders, un dinosaurio avino que vivió hace más de 20 millones de años. Se estima que, con las alas abiertas, podía tener una longitud de siete metros. El albatros diomedea, el ave con la mayor longitud de ala a ala de la actualidad, solo alcanza los 3.5 metros. Autor: Liz Bradford)
Sues explica que la idea de que la palabra dinosaurio refiere solo a reptiles es debido a productos comerciales y a libros para niños. Por ejemplo, los pterosaurios, un grupo de animales al que pertenecen los pterodáctilos, usualmente son vistos como dinosaurios en las películas. Sin embargo, si bien fueron los primeros vertebrados en conquistar el cielo, desde un punto de vista científico no son dinosaurios, solo reptiles voladores. Por otro lado, las aves que podemos ver en nuestros jardines y parques sí son dinosaurios. En otras palabras, no todos los reptiles de esa era fueron dinosaurios, solo un grupo especial relacionado con las palomas modernas.

(Representación artística del Quetzalcoatlus northropi, un pterosaurio más grande que un ser humano. Imagen: Mark Witton y Darren Naish)
El mito de la extinción de los dinosaurios
Otro error común que, según la Enciclopedia Británica, aparece en los medios y en los libros es que todos los dinosaurios murieron al mismo tiempo al final del periodo Cretácico hace 66 millones de años. Sin embargo, esto no es del todo correcto por diversas razones.
Primero, porque no todos los dinosaurios se extinguieron: las aves son el linaje viviente de los dinosaurios. Por otro lado, la mejor evidencia de la extinción masiva de muchas de las especies de dinosaurios, que se encuentra principalmente en Norteamérica, muestra que ya se encontraban en decadencia en la última parte del periodo Cretácico (el último periodo en el que dominaron), lo cual indica que este fue un proceso gradual a lo largo de años y no de un momento a otro.

(Imagen infaltable del tiranosaurio. Imagen: Jurassic World)
Pero ¿por qué ya no vemos reptiles gigantes caminando entre nosotros? La respuesta común es que cayó un meteorito poniendo fin al reinado de los dinosaurios. Si bien esta es una hipótesis científica real, no es la única que existe y tampoco es un consenso que este haya sido el principal factor de la extinción de los dinosaurios. Veamos primero qué sabemos realmente y qué opciones tenemos para explicar la desaparición de muchas de estas magníficas criaturas.
¿Cuáles son las diferentes hipótesis sobre la extinción masiva de los dinosaurios?
Hay que tener en cuenta que existen muchas teorías sobre qué pasó al final del periodo Cretácico (el último periodo en el que reinaron los dinosaurios). Sin embargo, como explica el Museo de Paleontología de la Universidad de California en Berkeley (UCMP), estas teorías se pueden agrupar en dos bandos: los gradualistas intrínsecos y los catastrofistas extrínsecos. En simple, los primeros sostienen que ciertos procesos naturales de nuestro planeta acabaron gradualmente con muchas de las especies durante este periodo, mientras que los segundos sostienen que hubo un factor externo que ocasionó una catástrofe.
Antes de desarrollar con más detalle estas dos posturas, es importante explicar que podemos dividir la historia de la Tierra en distintas eras. Estas eras, asimismo, se pueden dividir en varios periodos, como vemos en la imagen de abajo.

Los geólogos, gracias a las características de las rocas, pueden determinar qué tan antiguas son estas y a qué eras o periodos pertenecen. Los dinosaurios prosperaron sobre la Tierra en la era Mesozoica, que empezó hace 245 millones de años con el periodo Triásico y terminó hace 66 millones de años en el periodo Cretácico. Luego, vino la era Cenozoica, en la que actualmente vivimos y cuyo primer periodo es el Paleógeno.

(Foto: Wikimedia Commons)
Ahora, la imagen que vemos arriba corresponde a la separación en las rocas entre el periodo Cretácico y el Paleógeno. Es llamada la frontera K-Pg. K es la abreviación para el periodo Cretácico y Pg del periodo Paleógeno. De esta manera, la frontera K-Pg es la marca geológica en las rocas que marca el final del periodo Cretácico y el inicio del Paleógeno; O, en otras palabras, el paso de la era Mesozoica a la Cenozoica.
Sabiendo lo anterior, podemos explicar qué cosas en común y en contraste tienen los gradualistas y los catastrofistas sobre lo que pasó en la frontera K-Pg. Según el UCMP, ambos bandos reconocen cuatro cosas. Primero, hubo un cambio climático en el planeta: de tener un clima caliente en el Mesozoico a un clima más frío y variado en el Cenozoico.
En segundo lugar, además de haber un cambio climático global permanente, también hay evidencia de que al final del periodo Cretácico hubo cambios climáticos poco duraderos, pero que se asemejan a un invierno nuclear: hollín en el aire, lluvia ácida, emisiones de gases venenosos y enfriamiento. Esto habría propiciado un efecto invernadero global: aumento de la temperatura del planeta y reducción de la luz solar.
En tercer lugar, muchos organismos marinos y terrestres, vertebrados e invertebrados, se extinguieron; no solo los dinosaurios. Por último, alrededor del mundo, se encontró que en la frontera geológica K-Pg había altas concentraciones inusuales de iridio, un raro metal similar al platino.

(Iridio. Foto: Wikimedia Commons)
Lo que diferencia a los gradualistas de los catostrofistas es cómo explican por qué ocurrieron estas cuatro cosas. Para los gradualistas, la extinción de la frontera K-Pg se dio por procesos naturales y graduales de la Tierra que sucedieron por millones de años.
Hay dos hipótesis grandes en este grupo: por volcanismo o por cambios climáticos debido al movimiento de las placas tectónicas y los continentes. Ahora, como explica el UCMP, ambas hipótesis no son necesariamente excluyentes. De hecho, el volcanismo no puede ocurrir sin el movimiento de las placas tectónicas.
Por otro lado, los catastrofistas sostienen que un factor externo a la Tierra causó la extinción de la frontera K-Pg. La hipótesis principal, propuesta en 1980 por Luis y Walter Álvarez, es que un asteroide impactó la Tierra levantando suficiente polvo para causar un cambio climático.
Veamos a continuación algunas de las teorías gradualistas y catastrofistas.
La teoría del meteorito
Esta es la teoría preferida de los catastrofistas extrínsecos y también la más popularizada. En simple, un asteroide impactó la Tierra y causó la extinción masiva que los científicos ven en la frontera geológica K-Pg. Pero ¿cómo llegamos a esta idea?

(Representación artística del asteroide que cayó en la Tierra en la frontera K-Pg. Un asteroide de algunos pocos kilómetros impactando en nuestro planeta puede causar una explosión equivalente a millones de bombas nucleares. Imagen: Reuters)
Como explica Michael J. Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol, en 1980 el físico Luis Álvarez y su hijo geólogo Walter Álvarez publicaron una influyente investigación en la prestigiosa revista de investigación científica Science.
Como señala la Enciclopedia Británica, ellos encontraron niveles inusualmente altos de iridio en la frontera K-Pg en distintos lugares del planeta. Si bien este es un elemento raro en la Tierra, es común en los meteoritos. ¿Y qué son los meteoritos? Cuando un asteroide o fragmento de asteroide ingresa a la Tierra y entra en contacto con nuestra atmósfera, comienza un proceso de vaporización. Este fenómeno lo solemos ver a lo largo de nuestras vidas cuando observamos «estrellas fugaces». Los asteroides que no se desintegran por completo, sino que llegan a impactar nuestro planeta reciben el nombre de meteoritos.
Con base en esto, los Álvarez hipotetizaron que el iridio en esta frontera geológica provenía del polvo que dejó un asteroide que ingresó a la atmósfera terrestre.
Asimismo, según Benton, también encontraron en esta frontera granos de cuarzo, fracturados por la onda expansiva de alguna explosión, y evidencia de roca fundida. Toda esta evidencia indicaba que la hipótesis del asteroide era bastante plausible.
Ahora, estudiando la concentración de iridio en la frontera K-Pg, los científicos estimaron que el asteroide que chocó con la Tierra habría tenido más de 10 kilómetros de diámetro y su velocidad al momento de chocar con la Tierra habría sido de miles de kilómetros por hora. Un impacto de esta clase, explica la Enciclopedia Británica, debió dejar un cráter de más de 100 kilómetros de largo. Posteriormente, los científicos encontraron tal cráter en la Península de Yucatán, que data de la época en cuestión: el cráter de Chicxulub (México).

El impacto de un asteroide de esta naturaleza habría lanzado un volumen enorme de polvo a la atmósfera. Esto habría bloqueado la luz solar por muchos meses o años. La pérdida de luz solar habría impedido la fotosíntesis y provocado la muerte de las plantas. En consecuencia, los herbívoros habrían muerto, seguido por sus predadores y los carroñeros.
Lamentablemente, esta teoría no explica de manera total la extinción de la frontera K-Pg. Lo que muestran los restos es que efectivamente la vida marina murió repentinamente y concuerda con la hipótesis del asteroide. Sin embargo, los fósiles de la vida terrestre muestran una extinción gradual y no repentina. Esto último, de acuerdo con la Enciclopedia Británica, concuerda mejor con una extinción por alteraciones graduales del medio ambiente causadas por el movimiento de los continentes.
La teoría de la actividad volcánica y la tectónica de placas
Como mencionamos, las dos hipótesis de los gradualistas intrínsecos están relacionadas con la actividad volcánica y el movimiento de las placas tectónicas de la Tierra. Ahora, como explica el UCMP, estas dos hipótesis están relacionadas. ¿Por qué? Porque el volcanismo no puede ocurrir sin la acción de las placas tectónicas y el movimiento de estas no ocurre sin actividad volcánica. De esta manera, el movimiento de los continentes y el incremento en la actividad volcánica habría afectado al medio ambiente de esa época haciendo que muchas especies se extingan gradualmente.
Pero ¿por qué estos sucesos habrían acabado con buena parte de los seres vivos de la época? Según el UCMP, los cambios en la organización de los continentes habrían producido la regresión de los océanos (que se alejen de la tierra). Como resultado, esto habría generado cambios climáticos graduales.
Por otro lado, el UCMP afirma que estamos seguros de que al final del periodo Cretácico hubo un incremento en la actividad volcánica. Tras varios millones de años en que los volcanes emitieron gases al medio ambiente, el polvo y el hollín habrían bloqueado la luz solar, generando también un cambio climático.
De hecho, como se aprecia en el video de abajo, el volcanismo habría causado diferentes efectos nocivos para los seres vivos. Los gases expulsados por los volcanes no solo los habrían envenenado, sino que habrían causado lluvias ácidas que habrían acabado con la vida marina.
Esta es una hipótesis plausible porque tenemos evidencia de tal incremento en la actividad volcánica durante esta época en las Escaleras del Decán, en la India. Asimismo, la composición de roca volcánica en la India muestra ser rica en iridio, lo que explicaría la capa de este metal en la frontera K-Pg.

(Escaleras del Decán. Foto: Wikimedia Commons)
Sin embargo, en última instancia, aún no sabemos qué causó la extinción masiva de la frontera K-Pg. De hecho, como explica Craig O’Neill, profesor de geodinámica en la Macquarie University, un estudio del 2019 publicado en Science encontró que el impacto en Chicxulub ocurrió en un rango de tiempo que pudo coincidir con las erupciones de las Escaleras del Decán. De esta manera, según O’Neill, podría haber una conexión entre el impacto del asteroide y el volcanismo incrementado al final del Cretácico.
Podemos concluir, entonces, varias cosas. Primero, no es cierto que los dinosaurios se hayan extinguido. Las aves actuales son dinosaurios y viven con nosotros. Por otro lado, es verdad que al final del Cretácico hubo una extinción masiva. Sin embargo, esta no necesariamente se debió a un asteroide; pudo deberse también a la actividad volcánica o al movimiento de las placas. Asimismo, también pudo ser una combinación de todas ellas. Sin embargo, para saberlo, es necesario investigar más.