¿Cómo funciona el sistema de pensiones en el Perú?

por 13 Jul, 2020

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Foto: Reuters

Los sistemas de pensiones tienen como objetivo asegurar un ingreso a los ciudadanos cuando ya no estén en edad de trabajar. Su fin es proteger a los adultos mayores para que, cuando ya no reciban un salario, no caigan en la indigencia y puedan cubrir sus necesidades. Sin embargo, no existe una receta única para estructurar los sistemas de pensiones y estos pueden variar mucho dependiendo del país. ¿Cuál es el esquema de pensiones que tiene el Perú? ¿Llega a beneficiar a la mayoría de ciudadanos o solo a un grupo reducido? ¿Es sostenible en el tiempo? ¿Qué es la ONP y qué son las AFP? En este informe buscaremos responder a estas y más preguntas.

Resumen
  • El Perú tiene un esquema de pensiones mixto. Los trabajadores pueden elegir entre pertenecer al Sistema Nacional de Pensiones (SNP), a cargo de la ONP, o al Sistema Privado de Pensiones (SPP), administrado por las AFP.
  • Según el Instituto Peruano de Economía, solo el 19% de los mayores de 65 años recibe pensiones del SPP o del SNP.
  • El SNP funciona bajo el sistema de reparto y la pensión va desde S/ 500 a S/ 893. Sin embargo, solo brinda pensiones a los que han aportado durante 20 años.
  • El SPP trabaja bajo el esquema de capitalización individual: las pensiones se calculan utilizando el monto acumulado en la cuenta individual de cada afiliado, por lo que no existe una pensión mínima o un número de años de aporte mínimo.
  • El Programa Nacional de Asistencia Solidaria, Pensión 65, tiene un esquema no contributivo en el cual los mayores de 65 años en condición de extrema pobreza pueden recibir, bimestralmente, una subvención de S/ 250.
  • Según cifras de la OCDE, la proporción de individuos mayores a 65 años está aumentando rápidamente en Perú. Esto podría ocasionar un problema para el esquema de reparto del Sistema Nacional de Pensiones.
  • La pensión promedio del SPP es mayor que la del SNP.
Público, pero también privado: el esquema mixto del Perú

La estructura actual del esquema de pensiones del Perú funciona desde 1993, cuando se instituyó el Sistema Privado de Pensiones (SPP), administrado por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Se tomó como referencia el modelo de capitalización individual obligatorio establecido en Chile —el primero en el mundo—; sin embargo, en el esquema peruano, el SPP coexiste con el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), que fue creado 20 años antes y que ahora está a cargo de la Oficina de Normalización Previsional (ONP). Este esquema “mixto” entre administración pública y privada funciona en otros países de la región como Colombia.

Los afiliados al SNP tienen la opción de recibir diferentes bonos de reconocimiento si se cambian al SPP, siempre y cuando cumplan con determinados requisitos. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el valor de estos bonos al 2018 fue de S/ 3,700 millones, cifra que representaba el 0.5% del PBI peruano.

Además, existen regímenes que brindan beneficios a grupos específicos como el Régimen del Personal Militar y Policial, la Caja de Beneficios Sociales del Pescador y el de los trabajadores del Estado, conocido como cédula viva (que se encuentra cerrado).

Existe también un programa de pensiones no contributivas llamado “Pensión 65” focalizado en la extrema pobreza. Si quieres saber más sobre “Pensión 65”, puedes abrir nuestra pestaña de más abajo.

Según un documento de trabajo publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), solo el 7% de trabajadores en zonas rurales contribuye a un plan de pensiones mientras que en áreas urbanas la cifra es 37%. Además, solo el 4% del quintil más bajo en la distribución de ingresos es contribuyente, en contraste con un 61% del quintil más alto. Esto significa que el nivel de contribución a los sistemas de pensiones del 20% más pobre de la población es mínimo: solo 4 de cada 100 miembros de este grupo son contribuyentes. Estas cifras son importantes porque muestran que el esquema de pensiones actual no está sirviendo para proteger en la vejez al 20% más pobre del Perú.

Ahora bien, ¿cuál es el total de adultos mayores peruanos que recibe una pensión? Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), solo el 19% de los mayores de 65 años recibe pensiones del SPP o del SNP. Además, de acuerdo con cifras del INEI para el primer trimestre del 2020, el 14.6% de los jefes de hogar de la población mayor de 60 años se benefició del programa social Pensión 65.

El Sistema Nacional de Pensiones y la ONP

El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) es administrado por la Oficina de Normalización Previsional (ONP) bajo un modelo de reparto. ¿Qué significa esto?

El modelo de reparto consiste en un fondo común al que todos los afiliados aportan mensualmente. El dinero recaudado en este fondo es repartido entre todos los afiliados que cumplen con los requisitos para recibir pensiones. En el caso de la ONP, existe una pensión mínima y una pensión máxima: no depende solo de lo que cada uno haya aportado.

Actualmente, los afiliados a la ONP aportan el 13% de su sueldo al fondo común de jubilación, la edad de retiro es 65 años y la pensión va de S/ 500 a S/ 893, dependiendo de los años y montos aportados.

La ONP cubre riesgos por vejez, invalidez y pensiones de supervivencia para la familia del asegurado. Además, acepta la inscripción de trabajadores privados o públicos, dependientes o independientes, y nacionales o extranjeros.

Sin embargo, la ONP solo brinda pensiones a los que han aportado durante un mínimo de 20 años. En otras palabras, si tú eres una persona que aportó durante 18 años, pero te despidieron y no pudiste volver a aportar, no recibirás pensión incluso si tienes la edad de jubilación.

Según dijo Alejandro Arrieta, entonces jefe de la ONP durante su presentación en la Comisión de Trabajo del Congreso en el 2018, devolver dinero a los que aportaron por menos de 20 años es inviable bajo el sistema de reparto. Aún más, un documento de trabajo publicado en el 2019 por el Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma que casi el 60% de los afiliados a la ONP no cumplirá con llegar a los 20 años de aportes.

De acuerdo con la OCDE, si tomamos en cuenta los números de la ONP y de las AFP, la proporción de individuos que recibe pensiones de la primera ha disminuido con el tiempo, aunque en términos absolutos su cantidad de beneficiarios esté aumentando. Hay un aumento importante en la cantidad de mujeres y una cantidad prácticamente constante de hombres. Según el IPE, en el 2019 el 19% de la población en edad de trabajar estaba afiliada a la ONP.

Ahora bien, las pensiones que paga la ONP no solo se financian con los aportes que sus afiliados hacen al fondo común. La ONP también recibe transferencias del tesoro público y dinero del Fondo Consolidado de Reservas Previsionales (FCR). ¿Qué es esto?

El FCR fue creado en 1996 con dinero proveniente de la privatización de empresas públicas y su objetivo es justamente respaldar las obligaciones de los regímenes pensionarios de la ONP. El FCR es administrado por un directorio presidido por el ministro de Economía y Finanzas e integrado por el jefe de la ONP, el gerente general del Banco Central de Reserva del Perú y dos representantes de los pensionistas. Parte de este fondo es invertido de manera conservadora para obtener rentabilidad.

Según cifras de la OCDE para los años comprendidos entre el 2000 y el 2007, el Estado solventaba (sin contar al FCR) aproximadamente el 70% del pago de beneficios que realiza la ONP. Esto en gran medida por el cambio de muchos contribuyentes del sistema público al privado. Sin embargo, luego del 2007 esta cifra se redujo hasta llegar en el 2017 a 8.8%. Según el IPE, el Estado tuvo que transferir más de S/ 1,800 millones anuales a la ONP los 5 años anteriores al 2019.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles, en la actualidad la principal fuente de financiamiento de la ONP son los aportes de los afiliados. En el gráfico de abajo podemos ver cómo ha evolucionado el financiamiento del Sistema Nacional de Pensiones.

Cambio demográfico: un problema para la ONP

El Perú sigue la tendencia mundial de aumento de la esperanza de vida y reducción de la tasa de fertilidad. Esto hace que la pirámide poblacional cambie con el paso de los años. La OCDE afirma que la proporción de individuos mayores de 65 años está aumentando rápidamente en el Perú.

En 1990, solo el 4% de la población era mayor de 65 años. Para el 2015, esta cifra aumentó a 6.5% y los pronósticos de las Naciones Unidas indican que podría llegar a 13.5% en el 2040 y a 22.5% en el 2065.

Si la tendencia continúa, en los próximos años habrá, proporcionalmente, más personas mayores de 65 años por cada persona en edad de trabajar. Esto podría ocasionar un problema en el esquema de reparto del Sistema Nacional de Pensiones (SNP), ya que utiliza los aportes de los trabajadores afiliados para cubrir las pensiones de los jubilados. En otras palabras, el dinero que pagan hoy los trabajadores no se guarda para ellos, sino que se utiliza para pagar los beneficios de los adultos mayores.

Bajo el esquema de capitalización individual, el del Sistema Privado de Pensiones que veremos a continuación, el cambio demográfico no representa un problema, ya que es un sistema totalmente financiado. Cada AFP siempre cuenta con la cantidad de dinero suficiente para pagar todas sus obligaciones. La pensión del jubilado dependerá directamente de sus aportes y la rentabilidad de su fondo y no de los aportes de los demás afiliados.

El Sistema Privado de Pensiones: ¿cómo funciona y quién lo regula?

El Sistema Privado de Pensiones (SPP) trabaja bajo el esquema de capitalización individual. Los afiliados a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) aportan 10% de su sueldo a un fondo individual; además, se descuenta aproximadamente otro 3% del sueldo en comisiones que varían entre las diferentes opciones de AFP y seguro de invalidez, sobrevivencia y gastos de sepelio. Las AFP invierten el fondo individual con el objetivo de obtener rentabilidad y que las pensiones sean mayores.

Ya que las pensiones se calculan utilizando el monto acumulado en cada cuenta individual, no existe una pensión mínima o un número de años de aporte mínimo y la pensión es más alta mientras mayor sea el monto de la cuenta y la rentabilidad que obtuvo la AFP.

El SPP, al igual que el SNP, cubre riesgos por vejez, invalidez y pensiones de supervivencia para la familia del asegurado. Además, acepta la inscripción de trabajadores privados o públicos, dependientes o independientes, y nacionales o extranjeros.

Se puede acceder a la jubilación a los 65 años o antes. Hay ciertos requisitos que se deben cumplir para acceder a una jubilación anticipada.

Según el IPE, en el 2019 el 29% de la población en edad de trabajar estuvo afiliada a una AFP.

El SPP es regulado y supervisado por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Actualmente, hay cuatro Administradoras de Fondos de Pensiones: Habitat, Integra, Prima y Profuturo.

¿Qué tipos de fondos tienen las AFP y cómo devuelven los aportes?

Según la SBS, existen cuatro tipos de fondos. Estos corresponden a cuatro alternativas distintas de inversión que ofrece el Sistema Privado de Pensiones. Estos fondos varían en su composición de renta fija o variable, lo que hace al tipo de fondo más o menos riesgoso. 

Las inversiones de renta fija pagan intereses de forma periódica y al final devuelven el capital invertido. Por lo general, son inversiones de bajo riesgo. Los instrumentos más comunes son los bonos y depósitos a plazos, y su riesgo depende de la probabilidad de impago o de quiebra de las instituciones o gobiernos en los que se invirtió. Si tomamos a los bonos del gobierno peruano como ejemplo, cuando una AFP adquiere uno de estos bonos, el gobierno peruano se compromete a hacerle pagos futuros de montos acordados.

En el caso de la renta variable, el riesgo es mayor, ya que no conocemos la rentabilidad futura. Las inversiones más comunes en este caso son las acciones de empresas y el beneficio depende de qué tan bien le vaya a estas.

Los cuatro tipos de fondos existentes están detallados en el siguiente cuadro:

Hasta aquí hemos visto los diferentes tipos de fondos que puede elegir un afiliado a una AFP para que su dinero sea invertido.

Ahora veamos qué opciones tiene el afiliado para recibir el dinero acumulado en su fondo. La alternativa más reciente es la de retirar hasta el 95.5% de este. Quienes pueden acceder a este beneficio son, en principio, las personas de 65 años o más. Sin embargo, bajo condiciones especiales —como la jubilación anticipada— se puede retirar el dinero del fondo a una edad más temprana.

Una segunda opción es retirar un porcentaje menor del fondo disponible y recibir una pensión.

La tercera opción que tiene un afiliado es simplemente recibir una pensión. Sin embargo, existen distintas modalidades de pensión que el afiliado puede elegir. Una opción es que el fondo siga a cargo de la AFP y generando rentabilidad. En este caso, la pensión se recalcula cada año y el afiliado sigue siendo propietario de su fondo. Esta es la única modalidad revocable. Otra modalidad es que el afiliado ponga en “licitación” su fondo para que una empresa aseguradora le dé una pensión por el resto de su vida. En este caso, el fondo deja de ser propiedad del afiliado y pasa a la empresa de seguros. Hay muchas otras modalidades en las cuales se combinan las anteriores y se ofrecen opciones como diferentes monedas, pensiones a familiares en caso de fallecimientos, etc.

Comparación entre pensiones del SPP y el SNP

Las pensiones promedio del Sistema Privado de Pensiones (SPP) son mayores que las pensiones del Sistema Nacional de Pensiones (SNP) a cargo de la ONP. Así, las pensiones de jubilación, invalidez y sobrevivencia del SPP son 51%, 179% y 27% mayores a las del SNP, respectivamente.

Esquema de pensión no contributiva (Pensión 65)

El Programa Nacional de Asistencia Solidaria, Pensión 65, establecido en el 2011, tiene un esquema no contributivo en el cual los mayores de 65 años en condición de extrema pobreza pueden recibir una subvención de S/250 de manera bimestral. Para acceder a esta subvención se necesita cumplir ciertos requisitos, como contar con DNI, encontrarse en condición de extrema pobreza, no recibir una pensión del sistema público o privado, entre otros.

En la actualidad, beneficia a más de 500 mil personas y en promedio el gasto total en beneficios es de aproximadamente 0.11% del PBI, según cifras de la OCDE.

Equipo de Investigación

Área de investigación de Enterarse.com

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