Por: Enterarse
Equipo de investigación
La participación de la corbeta Unión en la guerra con Chile tiene episodios bastante interesantes. Estos incluyen la captura de uno de los principales transportes chilenos, su necesaria retirada del combate de Angamos, la doble ruptura del bloqueo de Arica y su incursión en el puerto chileno de Punta Arenas, en el estrecho de Magallanes. A continuación, veamos algunas de sus principales acciones durante la Guerra del Pacífico.
(Si quieres enterarte sobre la participación de la corbeta Unión en la guerra con España, de su barco gemelo y otros episodios en los que participó esta nave antes de la guerra con Chile, no dejes de ver este otro informe).
- La Unión participó en el primer enfrentamiento naval de la guerra con Chile persiguiendo a la nave chilena Magallanes.
- Junto al Huáscar, capturó al transporte chileno Rímac.
- La Unión viajó hasta Punta Arenas con el fin de interceptar un transporte con un cargamento para Chile.
- La Unión tuvo que huir del combate de Angamos, episodio en el que el Perú perdió al Huáscar.
- Una de sus principales hazañas fue la doble ruptura del bloqueo de Arica
- El 16 de enero de 1881, la Unión fue destruida junto a las otras naves que le quedaban al Perú para evitar que los chilenos la capturaran.
- Actualmente, su palo mayor está en la Escuela Naval de la Punta, Callao.
La corbeta Unión fue construida en Francia en 1864 y comprada por el gobierno del general Juan Antonio Pezet. Durante la guerra con España (1865-1866), fue capitaneada por Miguel Grau y tuvo una destacada participación en el combate de Abtao (7 de febrero de 1866).
(Corbeta América, nave gemela de la Unión, varada por el maremoto de Arica de 1868. Foto: U.S. Naval History and Heritage Command)
En 1871, la corbeta Unión fue enviada a Inglaterra para ser reparada. Allí se le realizó una extensa reparación del casco y se le cambiaron las calderas. Durante esos años, su artillería quedó en el Callao. En 1877, junto a otros barcos de la escuadra nacional, la Unión enfrentó al Huáscar en un encuentro artillero de escasas proporciones, conocido como el Combate de Punta Pichalo. Este combate se produjo porque un grupo de seguidores de Nicolás de Piérola (quien dos años después sería dictador del Perú) había secuestrado el Huáscar con la finalidad de derrocar al gobierno de Mariano Ignacio Prado (1876-1879). Dos años después, estalló la Guerra del Pacífico (1879-1883).
ENTÉRATE DE MÁS: La Corbeta Unión y la persecución del Huáscar rebelde
Al inicio de la guerra con Chile, la corbeta Unión tenía una dotación de 244 hombres. De estos, un 25% era de origen anglosajón, principalmente en la maquinaria y la artillería, algo común tanto en la armada chilena como en la peruana. Por ejemplo, en el Huáscar había 59 extranjeros (39 ingleses, 4 alemanes, 3 norteamericanos, 3 griegos, 2 franceses, un noruego, un danés y 6 de nacionalidades no precisadas), entre la tripulación de 204 hombres que participó en el combate de Angamos.
Con respecto a su artillería, en 1879 la Unión contaba con 12 cañones Voruz de 68 libras, a los que se agregaba un cañón Whitworth de 9 libras en la proa. Este cañón menor, comprado por los propios oficiales durante las reparaciones que la nave recibió en Inglaterra, era denominado el malcriado por la tripulación.
El buque peruano, sin embargo, no llegaba en las mejores condiciones para librar la Guerra del Pacífico. El historiador Mariano Paz-Soldán, autor de la "Narración histórica de la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia", recoge la siguiente mención negativa referida al estado de esta nave en los primeros días del conflicto: "la corbeta Unión también podía prestar algún servicio, aunque sus calderas por ser viejas, no permitían forzar mucho el vapor, sin que en el acto reventaran los tubos". En palabras de Percy Cayo Córdova, antiguo miembro del Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, "es admirable cómo la Unión, que nunca alcanzó sus condiciones óptimas durante toda la guerra, cumpliera tan excelente campaña a lo largo de ella".
(Aurelio García y García, comandante de la Segunda División Naval peruana. Foto: Museo Naval del Perú)
La corbeta Unión, la cañonera Pilcomayo y el transporte Oroya constituían la Segunda División Naval del Perú, cuyo comandante era el capitán de navío Aurelio García y García, quien iba embarcado en la Unión. A su vez, la Unión era capitaneada por Nicolás Portal. Esto puede sonar confuso, pero es explicado por el contralmirante Melitón Carvajal Pareja, autor del tomo XI de la "Historia Marítima del Perú", que corresponde a la Guerra del Pacífico.
A diferencia del Huáscar en el que Grau era el Comandante General de la 1ea División con retención del comando del buque, (...) en la Unión, si bien García y García tenía su insignia en este buque en calidad de Comandante de la 2da División Naval, el comandante de la corbeta era el capitán de navío Nicolás Portal y, en consecuencia, quien lo maniobraba.
La Primera División Naval del Perú estaba conformada por el Monitor Huáscar, la fragata Independencia (la cual se perdió al encallar en Punta Gruesa mientras perseguía a la goleta chilena Covadonga, el 21 de mayo de 1879) y el transporte Chalaco. Asimismo, había una Tercera División Naval, compuesta por los monitores Atahualpa y Manco Cápac (que quedaron como baterías flotantes en el Callao y Arica, respectivamente), y el transporte Limeña.
El primer enfrentamiento naval de la Guerra del Pacífico fue el combate de Chipana, protagonizado por la Segunda División Naval Peruana el 12 de abril de 1879, pocas millas al norte de la desembocadura del río Loa. Allí, la corbeta Unión y la cañonera Pilcomayo persiguieron a la cañonera chilena Magallanes, capitaneada por Juan José Latorre.
En el combate de Chipana no hubo muertos. En palabras de García y García:
(...) la corbeta Magallanes. (...) huyó velozmente para Iquique. La perseguí hasta fuera del alcance de los cañones ( ). Ninguna novedad en la división, todos se portaron espléndidamente.
(Carátula del folleto Luz y Sombra del 26 de junio de 1879. Fuente: Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional)
Meses después del combate de Chipana, Latorre, quien era hijo de padre cusqueño y tenía un hermano al mando de la batería Ayacucho del Callao, fue designado comandante de la fragata chilena blindada Lord Cochrane.
Durante las primeras horas del 23 de julio de 1879, la Unión emprendió la persecución del transporte chileno Rímac, que se dirigía de Chile a Antofagasta (entonces territorio boliviano). A eso de las 9 am, el Huáscar divisó los humos de ambos barcos y se unió a la persecución. A las 10 am y a una distancia de 600 metros, el Rímac, que no había cesado de recibir disparos, izó la bandera blanca y detuvo su máquina. Entonces, el Huáscar y la Unión enviaron botes con marinos para tomar posesión del buque enemigo y conducirlo capturado a Arica y luego al Callao.
(Abordaje peruano del transporte Rímac. Fuente: www.grau.pe)
¿Qué transportaba el Rímac? Principalmente al batallón de caballería Carabineros de Yungay, compuesto según la "Historia de la República del Perú" de Jorge Basadre por 258 hombres bajo el mando del comandante Manuel Bulnes Pinto (hijo del expresidente Manuel Bulnes y sobrino del presidente chileno Aníbal Pinto), 215 caballos, cuatro cañones de 32 libras, un cañón de 300 libras, además de pertrechos, carbón y una gran cantidad de material bélico y víveres.
(De izquierda a derecha: la Unión, el Rímac capturado y el Huáscar llegando a Arica. Fuente: Museo Naval del Callao)
En palabras de Rodolfo del Campo, corresponsal de El Comercio en la Unión, el batallón capturado era de nueva creación, compuesto de gente escogida y con una oficialidad de los más selectos de Santiago. Además del batallón capturado, cayó prisionera la tripulación del Rímac, y algunos de sus maquinistas de origen anglosajón pasaron temporalmente a formar parte de la dotación de la corbeta Unión.
De acuerdo con el contralmirante Francisco Yábar Acuña, director del Museo Naval del Perú y profesor de historia en la Escuela Naval y de la Escuela Superior de Guerra Naval:
(...) cuando un mes antes se capturó al Rímac con la flor y nata del ejército sureño embarcada (...) se produjeron en Santiago tumultos y manifestaciones, el pueblo pidió a gritos la renuncia del Presidente y de hecho renunciaron el Ministro de Guerra (que fue apedreado en las puertas del Senado), el Comandante General de la Marina y el Intendente General del Ejército y Armada.
En el video de abajo se puede ver una reproducción en 3D de la captura del transporte Rímac.
Por correspondencia encontrada en el Rímac, se supo de la próxima llegada a Valparaíso de un buque cargado con armas y otros elementos de guerra. Así, se ordenó la salida de la Unión al estrecho de Magallanes (Chile) para capturar dicha embarcación.
(La corbeta Unión. Foto: Marina de Guerra del Perú)
La Unión zarpó de Arica, entonces territorio peruano, el 31 de julio de 1879. De acuerdo con García y García, esta misión se encomendó:
(...) sin determinarse fecha de salida, nombre, bandera del buque, ni dato alguno que pudiera dar luz en la materia. Zarpé, no obstante (...) a ejecutar ese dilatado viaje de cinco mil y más millas, en la estación de invierno, por regiones siempre tormentosas (...) sin que la tripulación tuviera la ropa de abrigo y de agua indispensables para navegar en esas latitudes glaciares. Ninguno de tan graves inconvenientes fueron obstáculo para llevar a término la comisión.
Buena parte de la travesía fue realizada a vela. El 13 de agosto la corbeta penetró en el estrecho de Magallanes, en palabras del corresponsal a bordo de la Unión, Rodolfo del Campo:
(...) El Estrecho se abría entre dos moles graníticas de imponente efecto, inmensos bosques ocultaban las faldas de las montañas cubiertas de nieve, que se levantaban hasta las nubes; y los pasos angostos estaban cercados de bosques de hayas, fresnos y otros árboles (...)
(Fotografía contemporánea del Estrecho de Magallanes siendo atravesado por el USS. Ronald Regan. Foto: U.S. Navy)
El día 16 de agosto, a la 1:20, la Unión ancló en el puerto chileno de Punta Arenas enarbolando bandera francesa. A las 2:05, García y García ordenó afianzar el pabellón nacional, sorprendiendo y asustando a los habitantes y a la pequeña guarnición enemiga, quienes temían un bombardeo.
El vicecónsul inglés y algunos extranjeros se acercaron a Unión y suplicación que no se atacara el puerto, a lo que García y García contestó, las armas del Perú jamás se emplearán contra puertos desarmados (...), agregando que requería algunos víveres frescos. Inicialmente, las autoridades chilenas se negaron a que los comerciantes vendan productos a una embarcación enemiga, frente a lo cual García y García hizo que se le comunicará al gobernador que:
(...) si él no puede consentir en que se aprovisione el buque, yo tengo los medios de fuerza suficientes para hacerlo consentir, y que así lo ejecutaré, dejando sobre él la responsabilidad de las desgracias que sobrevengan, si antes de mediodía no ha retirado su prohibición.
Ante aquel ultimátum, el gobernador permitió que se comerciara con la corbeta Unión, la cual abonó por ellos un alto precio en plata. Asimismo, la corbeta tomó 102 toneladas de carbón de un pontón chileno sin pago alguno.
En Punta Arenas, los peruanos se enteraron de que el vapor británico Gleneleg había zarpado 14 días antes cargado con armas y pertrechos de guerra rumbo a Valparaíso. La Unión zarpó de Punta Arenas el 18 de agosto, llegando a Arica el 14 de setiembre por la mañana, tras 45 días de travesía. Para el historiador Melitón Carvajal, la misión significó una pérdida de tiempo, desgaste material, consumo de víveres y esfuerzo humano.
Al zarpar de Arica el 1 de octubre, el Huáscar y la Unión recibieron instrucciones mediante las que se les prohibía terminantemente trabar combate con fuerzas enemigas superiores, ni aun iguales, aceptando la lucha solo cuando fuese imposible evitarla.
A las primeras horas del 8 de octubre, el Huáscar y la Unión fueron detectados cerca de la península de Mejillones por la primera división naval chilena, conformada por la fragata Blanco Encalada, la goleta Covadonga y el transporte Matías Cousiño. Dado que los proyectiles del Huáscar y la Unión no podían atravesar el blindaje del Blanco Encalada, emprendieron retirada.
García y García ordenó que la Unión ponga rumbo sur y disminuya la velocidad para atraer la atención de las naves chilenas y así permitir que el Huáscar se aleje al norte. Para hacer esto más notorio, la Unión incluso trazó círculos a media velocidad y arrojó gran cantidad de humo negro. Cuando los chilenos se dieron cuenta de que no perseguían al Huáscar, que ya había logrado sacarles distancia, cambiaron su rumbo al norte. Entonces, la Unión se interpuso entre la división chilena y el Huáscar, luego, tomó rumbo norte alcanzando al monitor. El 2do comandante de la Unión, Juan Salaverry manifestó:
En las maniobras de la Unión, es mi leal sentir que las glorias corresponden por entero al Comandante Portal, que sobre el puente de comando, y a las voces de slow y fast, dadas con toda viril calidad, acortaba la marcha de la corbeta hasta ponerla a tiro del enemigo, para hacerla volar después burlando todo cálculo de los contrarios.
(Nicolás Portal. Archivo Histórico de Marina de Guerra del Perú)
Según la "Historia de la República del Perú" de Jorge Basadre, a eso de las 7:15 de la mañana, cuando ya casi se había logrado escapar, apareció la segunda división chilena por el noroeste. Esta división estaba conformada por la fragata Cochrane, igual de poderosa que la Blanco Encalada, capitaneada por Juan José Latorre (quien había huido con la Magallanes en Chipana); la corbeta O'Higgins y el transporte artillado Loa. Los barcos peruanos tuvieron que forzar la marcha al norte, pero el Huáscar ya no pudo escapar de los blindados chilenos, siendo alcanzado por estos en Punta Angamos. Aquella fecha, Pedro Luis Storace, maquinista italiano a bordo de la Unión, anotó en su diario:
Estábamos en una emboscada de enemigos, donde todas las salidas se habían cerrado, menos hacia el norte, en cuya dirección pusimos la proa y seguimos sin ansiedad por nosotros. ¡Pero ay! El Huáscar poco a poco estaba quedando entre sus adversarios, uno de los cuales (...) ya estaba a tiro de cañón.
( Juan José Latorre, comandante de la segunda división naval chilena. Foto: Wikimedia Commons)
La Unión fue perseguida por el transporte artillado Loa y la corbeta O'Higgins. El Loa logró acercarse a la Unión en más de una ocasión. Sin embargo, según Storace, "García y García no quiso comprometer el barco aceptando el combate, pese al gran entusiasmo de la tripulación, a la gran distancia que estaba la corbeta enemiga (la O'Higgins)" y la debilidad del adversario que los perseguía.
(El Huáscar atrapado por los blindados chilenos. Óleo de Teófilo Castillo Guas)
Mientras la Unión era perseguida, García y García convocó una junta de guerra con sus principales oficiales. De acuerdo con Melitón Carvajal, estos oficiales fueron unánimes al acordar que nada se podía hacer para influir en la suerte del Huáscar. Por su parte, los oficiales subalternos levantaron un acta en la que señalaron:
"En la mar, a bordo de la Corbeta Unión, a las 3h. P.M. del día 8 de octubre de 1879, reunidos espontáneamente (...) oficiales, guardiamarinas y demás tripulantes que suscriben (...) unánimemente:- SUPLICAR con el debido respeto y por el conducto regular, al Señor Comandante General de la Segunda División Naval, que para vengar la casi segura desgracia del Monitor Huáscar, (...) se sirva dar las órdenes convenientes para que se nos conduzca al combate, con la inteligencia y valor que reconocemos en él y en nuestros Jefes, cualquiera que sea la diferencia entre las fuerzas enemigas y las nuestras.
Al llegar al Callao, el mismo García y García pediría que se le someta a juicio para esclarecer la acción de la corbeta Unión en Angamos, ante lo cual salió absuelto.
El 12 de marzo de 1880, la Unión, esta vez comandada por el capitán de navío Manuel Antonio Villavicencio, zarpó con la misión de llevar un cargamento al puerto de Arica que se encontraba bloqueado por la armada chilena.
(Manuel Antonio Villavicencio. Foto: Eugenio Courret)
Manuel Horta, corresponsal de El Nacional a bordo de la Unión, relató los primeros momentos de la misión.
La noticia de nuestra partida nos había sorprendido en el momento en que íbamos a buscar en el lecho el reposo del espíritu (...) venimos a despertarnos a la realidad de la vida en el mar, sobre la cubierta de un buque en tiempo de guerra. ¿Adónde vamos? A salvar la patria, a morir por ella; hé ahí todo. ¡Para qué saber más! Llevamos una comisión importante que desempeñar y llegaremos a nuestro destino, aunque sea con nuestra corbeta hecha flecos (...).
La Unión llegó a Arica el 17 de marzo a las 4:15 de la madrugada y detuvo su marcha al oeste de la isla Alacrán, ubicada 465 metros adelante del morro. Se soltó un bote para avisar al monitor Manco Cápac, que defendía el puerto, y a las autoridades de tierra de la presencia de la corbeta. El bote, que tenía que recorrer unos mil metros hasta el fondeadero, fue interceptado por la lancha de ronda Sorata, del Manco Cápac, y ante la detención contestó: Unión entra.
(Monitor Atahualpa, gemelo del monitor Manco Cápac. Grabado publicado en 1879 La Ilustración Americana y Española)
De inmediato, el bote continuó hacia el muelle acompañado de uno de los marinos del Sorata, mientras que la lancha de ronda se dirigió al Manco Cápac para informar a su comandante. Luego de esperar un tiempo prudencial, la Unión se puso en movimiento, enrumbando a toda fuerza hacia el fondeadero, quedando a poca distancia del Manco Cápac. En palabras de Melitón Carvajal, se rompió el bloqueo en virtud de la inteligente explotación de una negligencia en el ejercicio del chileno, de la determinación, valor, audacia y experiencia marinera de Villavicencio. Según Horta:
Poco después pasábamos por el costado del monitor(...) Toda la tripulación del monitor estaba sobre cubierta saludándonos con entusiasmo. Al Norte había fondeados tres buques de guerra neutrales; en frente teníamos a la población.
Al amanecer, el Cochrane, el Huáscar (ya en manos chilenas) y el transporte Amazonas descubrieron que, aparte del Manco Cápac y los buques de guerra neutrales, estaba la corbeta Unión fondeada en el puerto. Mientras estuvo en Arica, el capitán de navío de la Unión, Manuel Antonio Villavicencio, recibió la visita y felicitaciones del comandante del Manco Cápac, José Sánchez Lagomarsino, del capitán de puerto, de altos mandos militares; así como la visita protocolar de oficiales de los buques neutrales Hansa y Hussard.
¿Cuál era la carga de la Unión? 37 cajones de calzado, 39 fardos de loneta, 1 cajón con 190 gruesas de botones, 5 cajones con 2 ametralladoras, 100 cajones con 100 mil tiros para rifle Remington y, lo más importante: la lancha torpedera Alianza. De acuerdo con Melitón Carvajal, el valor militar de lo que condujo la Unión fue tan escaso que se arriesgó inútilmente al único buque de guerra de alta mar que le quedaba al Perú.
Las operaciones de carga (de carbón) y descarga se hicieron mientras la Unión era bombardeada por el Huáscar. Alrededor del mediodía, las tres naves chilenas emprendieron un ataque coordinado, el cual fue contestado por las baterías del Manco Cápac, la Unión, el fuerte norte y la artillería del morro.
(El monitor Huáscar en la actualidad con la bandera de Chile. Foto: Wikimedia Commons)
El Huáscar y el Cochrane recibieron más de un impacto. Por su parte, la Unión tuvo un muerto y 9 heridos, de los cuales 7 eran de la tripulación. A las 2:40 de aquel 7 de marzo de 1880, acabó el combate y se aprovechó para evacuar a los heridos graves a una ambulancia de la Cruz Roja. Asimismo, hubo 12 tripulantes con heridas leves.
Tras el combate, los comandantes de los buques chilenos se reunieron a bordo del Cochrane para evaluar la situación, momento que fue aprovechado por la corbeta para escapar. Minutos antes de las 5:00 pm, Villavicencio ordenó zarpar de regreso a Lima. El maquinista Pedro Storace anotó en su diario:
Una vez fuera de tiro del enemigo (...) zarpamos para abandonar el puerto que era quizá como salir de la tumba. Sorprendidos los chilenos al vernos escapar, se pusieron de inmediato a perseguirnos, pero ello fue en vano (...)
La Unión llegó al Callao antes del mediodía del 20 de marzo de 1880. Al día siguiente, Villavicencio anotó en su parte: Valeroso comportamiento de todos mis subordinados.
El 16 de enero de 1881, tras las derrotas en San Juan (13 de enero) y Miraflores (15 de enero) y ante la inminente ocupación chilena de la capital del Perú, se ordenó la destrucción y hundimiento de las naves que le quedaban al Perú: la corbeta Unión, el monitor Atahualpa, los buqueescuela Apurímac, Meteoro y Marañón, y los transportes Rímac, Chalaco, Oroya, Talismán y Limeña. Asimismo, se ordenó volar los fuertes y cañones del Callao, lo cual no pudo completarse debido a la falta de personal.
(Destrucción de la corbeta Unión por parte de los peruanos. Cuadro: Rudolph de Lesli)
La Unión quedó varada al norte de la bahía del Callao, con su popa quemada y su maquinaria destrozada. Su palo mayor, emergió por muchos años cerca de la desembocadura del río Rímac. Así lo señala Jorge Basadre en el tomo IX de su "Historia de la República del Perú".
(Instalación del palo mayor de la corbeta Unión en la Escuela Naval. Foto: Archivo Histórico de la Marina de Guerra del Perú)
En 1918, por el 38 aniversario de la doble ruptura de Arica, se colocó este mástil en el patio de la Escuela Naval de la Marina de Guerra del Perú, ubicada en La Punta.
(Patio de la Escuela Naval del Perú con el palo mayor de la corbeta Unión. Foto: Marina de Guerra del Perú)
Actualmente, el BAP Unión, uno de los veleros más grandes del mundo que sirve como buque de la Escuela Naval del Perú, lleva este nombre en honor a la corbeta que sirvió al país en las guerras contra España y Chile.
(BAP Unión. Foto: Gobierno del Perú)