Terremotos: ¿Qué son y por qué suceden?

por 5 May, 2021

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Terremoto ocurrido en Italia. Foto: Reuters

Si vives en un país como Perú, México o Chile, seguramente has experimentado un terremoto alguna vez en tu vida. Y si no vives en algún país en el que estos fenómenos son comunes, es casi seguro que has visto fotografías de la devastación que pueden causar. En nuestra portada puedes ver los efectos de un terremoto que afectó al pueblo italiano Amatrice en el 2016. Pero ¿te has preguntado por qué ocurren? La respuesta a esta pregunta revela también algo fundamental sobre nuestro planeta. A continuación, buscaremos explicarte por qué se dan estos fenómenos naturales y por qué algunas de tus creencias pueden no ser ciertas.

Resumen
  • En algunos países de Latinoamérica es común distinguir entre “sismo”, “temblor” y “terremoto” como si fueran cosas diferentes. Sin embargo, desde una perspectiva científica, estos términos son sinónimos pues hacen referencia a un mismo fenómeno: el movimiento de la tierra causado por ondas sísmicas.
  • Los sismos o terremotos pueden tener distintas causas, pero la más común es el movimiento de las placas tectónicas.
  • La corteza de nuestro planeta está compuesta por distintas placas colindantes que se mueven constantemente y que a veces se atracan unas con otras.
  • Cuando se destraban, se libera una gran cantidad de energía que se propaga en forma de ondas.
  • Para medir estas ondas usamos sismógrafos, cuyas lecturas podemos interpretar usando escalas.
  • Actualmente, la mejor escala que tenemos es la de momento, aunque en el Perú solo la usamos para los terremotos más fuertes.
  • No hay forma de predecir cuándo sucederá un terremoto.
¿Qué es un terremoto? ¿Es lo mismo que un temblor?

El uso de los términos “sismo”, “temblor” y “terremoto” en los países de habla hispana puede ser un poco confuso. Por ejemplo, mientras que en países como Perú y Chile se utiliza la palabra “temblor” para los sismos de menor intensidad y se reserva “terremoto” de manera exclusiva para los más destructivos; en España la palabra “terremoto” designa tanto a los de escasa intensidad como a los más fuertes. En Costa Rica, la Red Sismológica Nacional asegura que un «sismo» es un evento que no causa daños materiales, lo que podría resultar extraño para otros hispanohablantes. Por otro lado, la NASA asegura que un “terremoto” es un “temblor intenso de la superficie terrestre”, dando a entender que estos dos términos son lo mismo. Según la Real Academia Española (RAE), “sismo” y “terremoto” son sinónimos y un “temblor” es solo un “terremoto de escasa intensidad”. Es más, la RAE indica que «temblor de tierra» significa «terremoto».

Más allá de las diferencias nacionales y regionales que haya en el uso de estos términos, lo cierto es que, científicamente hablando, todas estas palabras hacen referencia al mismo fenómeno. En inglés, de hecho, solamente se usa una palabra: “earthquake”, que habitualmente se traduce como “terremoto”. En este informe, seguiremos las definiciones de la RAE y utilizaremos la palabra “terremoto” tanto para los de baja como para los de alta intensidad.

Pero ¿qué es exactamente un terremoto? Según la Enciclopedia Británica, un sismo o terremoto es un movimiento repentino del suelo causado por ondas sísmicas que pasan a través de las rocas de la Tierra. Estas ondas pueden tener diferentes causas (como la actividad volcánica), pero centrémonos en su causa principal. Según la Enciclopedia Británica, las ondas sísmicas se producen cuando masas de rocas en la corteza terrestre —una de las capas de la Tierra, como explicaremos a continuación— se empujan unas con otras, se fracturan y se deslizan.

Este deslizamiento causa las ondas que producen los movimientos de la tierra llamados terremotos. Veamos en la siguiente pestaña cómo sucede esto de manera más detenida.

¿Por qué suceden los terremotos?

Como explica el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), nuestro planeta tiene cuatro capas: el núcleo interno, el núcleo externo, el manto y la corteza.

Ahora, la corteza (la parte sobre la que vivimos) y la parte superior del manto forman una especie de piel sobre nuestro planeta. Esta piel, explica el USGS, no es una sola pieza que cubre el planeta, sino que está hecha de muchas piezas. A estas piezas las denominamos placas tectónicas y son como las piezas de un rompecabezas, cuyos bordes encajan con los bordes de otras. En la imagen de abajo puedes ver las diferentes piezas que forman la corteza terrestre.

Ahora, la corteza (la parte sobre la que vivimos) y la parte superior del manto forman una especie de piel sobre nuestro planeta. Esta piel, explica el USGS, no es una sola pieza que cubre el planeta, sino que está hecha de muchas piezas. A estas piezas las denominamos placas tectónicas y son como las piezas de un rompecabezas, cuyos bordes encajan con los bordes de otras. En la imagen de abajo puedes ver las diferentes piezas que forman la corteza terrestre.

Ahora, estas piezas están en constante movimiento. De hecho, en una época todos los continentes estuvieron juntos y, gracias al movimiento de las placas, se creó la distribución que hoy conocemos. Pero, además, estos movimientos pueden causar terremotos.

Como explica la USGS, los bordes de las placas están hechos de muchas “fallas” y la mayoría de terremotos en el mundo ocurren en estas fallas. Una falla no es más que una fractura entre dos bloques de roca. Las fracturas permiten que los bloques de rocas se muevan: si este movimiento es muy rápido, entonces se genera un terremoto.

Dado que las placas tectónicas no tienen bordes lisos, a veces se atracan unas con otras en ciertos lugares mientras que el resto de la placa se sigue moviendo. Cuando la tensión es muy fuerte, esta se libera en alguna de las fallas y la parte de la placa que estaba trabada se desliza rápidamente, generando así ondas sísmicas: ha ocurrido un terremoto. En el siguiente video, puedes ver cómo sucede esto.

Otro tipo de terremoto está asociado con la actividad volcánica. Según la Enciclopedia Británica, hay una clara correspondencia entre la distribución geográfica de volcanes y terremotos mayores; especialmente en el cinturón o anillo de Fuego del Pacífico y las dorsales oceánicas (cadenas montañosas en el océano). Sin embargo, como afirma esta institución, incluso esta clase de terremoto parece estar relacionado con el deslizamiento de masas de rocas adyacentes a los volcanes como los que hemos explicado.

Alrededor del Cinturón de Fuego (ver el mapa de abajo), además, se ubican varias de las fosas más profundas de los océanos. Para nuestra explicación, basta con conocer que las fosas son zonas en las que las placas tectónicas se encuentran y donde se producen los terremotos más potentes del planeta.

Temblores preliminares, réplicas y tsunamis

Ahora, algunos terremotos pueden ser precedidos o seguidos de otros movimientos telúricos. A estos se les llama temblores preliminares y réplicas. Según la USGS, algunos terremotos tienen temblores preliminares; estos son terremotos o temblores pequeños que ocurren en el mismo lugar previamente a un terremoto más fuerte.

¿Sería posible entonces predecir los terremotos usando los temblores preliminares? Como afirma la USGS, lamentablemente los científicos no pueden determinar si un movimiento es un temblor preliminar hasta que el terremoto principal haya sucedido.

Por otro lado, luego de algunos terremotos ocurren réplicas. Así como los temblores preliminares, las réplicas son pequeños terremotos que ocurren después de un terremoto principal. Dependiendo de su magnitud, las réplicas pueden continuar por semanas, meses o incluso años.

Además de esto, los terremotos pueden causar tsunamis. De hecho, estos suelen ser ocasionados por algunos movimientos sísmicos al fondo de los océanos o cerca a ellos. Los tsunamis consisten en múltiples ondas de agua que viajan rápidamente hacia la costa.

Cuando un tsunami llega a la costa avanza hacia adentro del continente y, dependiendo de su tamaño, pueden ser bastante destructivos. Por ello, si uno escucha alguna alerta de tsunami o ve actividad inusual en las olas luego de un terremoto, es importante moverse rápidamente a tierra alta lejos de la costa. Según la USGS, si uno llega a ver un tsunami es imposible escapar de él. Incluso los pequeños pueden ser muy peligrosos.

(Casas barridas por un tsunami en Japón en el 2011. Foto: Reuters)

¿Cómo se miden los terremotos?

La magnitud de un terremoto es una medida del tamaño o amplitud de las ondas sísmicas. Para medirlas se usan unos aparatos llamados sismógrafos diseñados para producir sismogramas. Estos aparatos, generalmente, consisten en una base que se sujeta firmemente a la tierra y una parte pesada que cuelga por encima. Cuando ocurre un terremoto, la base se mueve, pero no la parte que cuelga. De esta manera, el desfase entre la base y la parte superior se puede grabar con una línea que se mueve en zigzag. Si el zigzag no es muy grande, entonces el terremoto no es tan grande y viceversa.

(Caricatura de un sismógrafo. Fuente: Dominio público)

Ahora, para categorizar a los terremotos se han creado algunas escalas. En el Perú, se usan dos: la escala de Richter y la escala magnitud momento. La primera se usa para medir terremotos menores de 6.5 y la segunda para aquellos más grandes.

La escala de Richter

En 1935 el sismólogo Charles F. Richter creó una escala que medía la magnitud de las ondas sísmicas usando los sismógrafos: mientras más larga la onda detectada por estos aparatos, más fuertes son los sismos. Cada número en la escala representaba una onda 10 veces más grande que el número anterior. Así, un terremoto de 7.0 tiene ondas diez veces más grandes que uno de 6.0 y veinte veces más grandes que uno de 5.0. En el gráfico de abajo podemos ver los efectos que pueden tener los terremotos de distintas magnitudes en esta escala, así como cuantos al año hay en nuestro planeta aproximadamente.

Sin embargo, esta escala tenía dos problemas. Primero, los sismógrafos están diseñados de tal manera que, si bien pueden calcular bien la magnitud de los terremotos que no superan la magnitud 7; tienen problemas para medir terremotos más masivos. El segundo problema es que la medida no está directamente relacionada con las propiedades de la zona de la falla. Por ejemplo, no nos dice nada sobre el tamaño del área en donde el deslizamiento de la falla ocurrió o la fuerza del material de la roca. En contraste, la escala de momento, desarrollada por Thomas Hanks y Hiroo Kanamori, sí puede ser relacionada con estas propiedades.

Como explica la USGS, la escala de Richter es un método fuera de uso, aunque en el Perú aún la usamos.

La escala de momento

La escala de momento, explica la USGS, es una cantidad proporcional al deslice de la falla multiplicada por el área de la superficie de esta. Luego, se convierte la cantidad obtenida a una escala similar a la de Richter. Lo relevante es que esta medida nos da estimados más confiables para medir el tamaño de los terremotos más grandes.

Debido a estas ventajas, los científicos actualmente usan esta escala para determinar la magnitud de los terremotos. En el Perú, usamos esta solo escala para los terremotos de una magnitud mayor a 6.5.

La escala de Mercalli

La última escala que analizaremos para medir los terremotos es la escala modificada de intensidad de Mercalli. Según la Enciclopedia Británica, este es el método más común para medir los terremotos en Norteamérica. A diferencia de las dos escalas anteriores, la escala de Mercalli no mide la magnitud de un terremoto, sino su intensidad. ¿Qué quiere decir esto? Que clasifica en niveles de intensidad los daños experimentados tras un sismo en un determinado lugar. En otras palabras, nos revela qué tan grave o leve ha sido un terremoto de acuerdo con la experiencia de los afectados.

La escala de Mercalli, afirma la USGS, no tiene una base matemática, sino que es un ránking arbitrario basado en los efectos observables de los terremotos. En ese sentido, la USGS nos indica que los números más bajos en esta escala generalmente se refieren a la manera en la que un terremoto es sentido por las personas, mientras que los números más altos se basan en el daño que sufren las estructuras. Según esta institución, la intensidad asignada a un terremoto a partir de la escala de Mercalli tiene un mayor significado para los no científicos debido a que revela los efectos realmente experimentados por las personas afectadas. A partir de esta escala, podemos hacernos una mejor idea del daño sufrido, por ejemplo, por una ciudad después de un terremoto.

En el gráfico de abajo podemos ver cómo se clasifican los terremotos según la escala de Mercalli:

¿Se pueden predecir los terremotos?

Una última pregunta importante es si es posible predecir cuándo sucederá un terremoto. La respuesta corta es no; no es posible predecir un terremoto.

Los científicos han investigado distintas maneras en las que estos podrían predecirse sin resultados favorables. En todo caso, lo que se puede decir de cualquier falla es que es posible que, en algún momento, se dé un terremoto. Lo que no sabemos es cuándo.

Equipo de Investigación

Área de investigación de Enterarse.com

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