
Resumen
- El alcohol es un líquido fermentado que contiene el compuesto químico etanol.
- La bebida alcohólica es una sustancia psicoactiva y tóxica que puede generar dependencia.
- Las personas buscan beber alcohol por sus efectos psicológicos y fisiológicos, pero también porque es parte de la rutina social.
- El alcohol es el noveno factor de riesgo que más muertes produce a nivel mundial, con 2.84 millones de muertes anuales.
- El abuso del alcohol está relacionado con más de 200 condiciones de salud, entre enfermedades, lesiones o accidentes.
- Mientras que el porcentaje de bebedores a nivel mundial ha disminuido, el consumo de alcohol por persona ha aumentado.
- El hígado de un hombre promedio puede procesar aproximadamente una bebida alcohólica por hora, esto es unos 15 mililitros de alcohol puro.
- Beber en cantidades moderadas significa una bebida al día para mujeres y dos para hombres.
¿Qué es el alcohol?
Una bebida alcohólica es cualquier licor fermentado, como el vino, la cerveza o los destilados (whisky, tequila, ron, pisco, etc.), que contiene el compuesto químico etanol, conocido también como alcohol etílico.
Según la Enciclopedia Británica, el alcohol es clasificado como una droga, ya que afecta el funcionamiento del sistema nervioso central. Pertenece a la misma clase de drogas que los barbitúricos (una clase de sedante orgánico), los tranquilizantes menores y los anestésicos generales. Por esto, comúnmente se le clasifica como depresor, ya que ralentiza la actividad de los órganos a los que afecta.
Según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es una sustancia tóxica y psicoactiva con propiedades que pueden producir dependencia. Es por ello que los gobiernos suelen regular su uso, por ejemplo, prohibiendo su consumo a los menores de edad.
Ahora bien, la Enciclopedia Británica añade que las bebidas alcohólicas se consumen principalmente por sus efectos fisiológicos y psicológicos. En las sociedades modernas, consumir alcohol, para muchas personas, es parte de la rutina social. Particularmente, en aquellos entornos en los que el alcohol frecuentemente acompaña a la socialización.
¿Cómo ha cambiado el uso del alcohol en el tiempo?
Según la Enciclopedia Británica, el alcohol es la droga más antigua que existe y aún hoy una de las más consumidas. Su origen probablemente fue accidental en culturas preagrícolas. Esto debido a que el proceso de fermentación necesario puede ocurrir en cualquier alimento que contenga azúcar (como uvas, granos o miel) y que se deje expuesto al aire caliente.
En este contexto, se puede suponer que a los primeros pueblos les gustaron los efectos del alcohol, si es que no el sabor, y empezaron a producirlo.
De acuerdo con Británica, la elaboración de vinos y cervezas ha sido reportada en sociedades humanas anteriores a la invención de la escritura. El alcohol ha estado presente en ceremonias personales y sociales muy valoradas como los nacimientos, iniciaciones, matrimonios, pactos, fiestas, coronaciones, ritos mágicos, medicina, adoración, hospitalidad, guerra, pacificación y funerales.
Su importancia se evidencia en las costumbres y regulaciones que se desarrollaron en torno a su producción y usos. Por ejemplo, el código de leyes más antiguo, el Código de Hammurabi de Babilonia (1770 a. C.), ya regulaba a los bebederos.

(Estela en la que está escrito el Código de Hammurabi. Foto: Allie Caulfield)
En estas sociedades tempranas, el alcohol tenía múltiples usos. Era considerado un componente nutricional más, era utilizado para calmar el dolor en el campo de la medicina y también para facilitar el éxtasis religioso y la comunión con los poderes sobrenaturales. En las sociedades clásicas, las culturas griega, hebrea y romana, se presenta evidencia del consumo de alcohol en ceremonias y celebraciones. El arte y la literatura, en forma de mitos, muestran el uso del vino por parte de personas de todas las clases e incluso por los dioses. La adoración del dios del vino, Dioniso (nombre griego) o Baco (nombre romano), es el ejemplo más popular. Por otro lado, su posterior uso religioso terminó por consagrar al vino como símbolo de la sangre de la vida y, en este sentido espiritual, pasó a formar parte de la Eucaristía cristiana.

(Pintura del dios griego Dioniso con la mano extendida y una copa para beber. Autor: Psiax)
En las sociedades modernas, el uso del alcohol se ha convertido en un consumo predominantemente social. Muchas personas descubren que beber les ayuda a reprimir sus inhibiciones, timidez, ansiedades y tensiones que afectan su desenvolvimiento social. Debido a los efectos que tiene el alcohol en el cuerpo y el comportamiento, los gobiernos a menudo regulan su uso. En el Perú, por ejemplo, el grado máximo de alcohol permitido en la sangre para los conductores es de 0,50 gramos de alcohol por litro de sangre.
Alcohol como factor de riesgo: ¿cuántas muertes genera en el mundo?
Aunque, como veremos en la última sección de este informe, el consumo de alcohol varía considerablemente en el mundo, la carga que genera en la salud es enorme. El consumo de alcohol es un factor de riesgo para una serie de condiciones de salud y posibles casos de muerte. Esto no quiere decir que el alcohol nos mate directamente, pero un consumo no moderado a la larga es perjudicial. Según la OMS, el abuso del alcohol está relacionado con más de 200 condiciones de salud (entre enfermedades y lesiones) que influyen en este porcentaje de mortalidad.
Por ejemplo, en el 2016, de todas las muertes atribuibles al consumo de alcohol en el mundo, 28.7% se debieron a lesiones, 21.3% a enfermedades digestivas, 19% a enfermedades cardiovasculares, 12.9% a enfermedades infecciosas y 12.6% a cánceres.
Ahora, como muestra el siguiente gráfico de Our World in Data, proyecto de investigación alojado en la Universidad de Oxford, el alcohol es el noveno factor más importante de riesgo de muerte en el mundo. De hecho, se le atribuyen 2.84 millones de decesos cada año a nivel mundial. La mortalidad resultante del consumo nocivo de alcohol es superior a la causada por enfermedades como la tuberculosis, el VIH / SIDA y la diabetes.

Si lo vemos por sexo, según el Global Burden of Disease del 2017 (Estudio de la carga mundial de enfermedades, en español), el consumo de alcohol, para los hombres, es el cuarto factor de riesgo que causa muerte prematura y discapacidad. Para las mujeres este riesgo no aparece en los primeros 15 puestos del ranking debido a que, según la OMS, las mujeres beben con menos frecuencia y en menor cantidad que los hombres.
Además, según un análisis sistemático del mismo Global Burden of Disease, pero del 2019, el alcohol es el primer factor de riesgo de años de vida perdidos por enfermedad, discapacidad o muerte prematura para las personas que tienen entre 25 y 49 años.
Otro gráfico a tener en cuenta es el que representa la proporción de muertes causadas o exacerbadas por el consumo de alcohol en cada país. El Alcohol Attributable Fractions (AAF) es el porcentaje que refleja todas las muertes que se pueden atribuir al alcohol, en este caso, por país y que desaparecerían si se eliminara el consumo de alcohol.

En la mayoría de los países, la proporción atribuida va del 2% al 5%. Sin embargo, en países de Europa del Este como Bielorusia, Ucrania, Moldavia, Lituania y Rusia, casi un tercio de sus muertes se atribuye al consumo de alcohol. En el caso de América Latina, como se ve en el gráfico, Venezuela se encuentra en el puesto 8 y recién en el puesto 19 aparece otro país de la región, México, con un porcentaje de 6.8%. Perú está en el puesto 23 con un porcentaje de 6.60% de muertes por consumo dañino de alcohol.
Ingesta de alcohol y sus efectos inmediatos en el cuerpo
Al ingerir una bebida alcohólica, primero se diluye mediante los jugos gástricos y luego una parte de esta se difunde por la sangre a través de las paredes del estómago. La velocidad de absorción del alcohol puede verse afectada por diversos factores como, por ejemplo, si tenemos comida en el estómago. Si no, el alcohol se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal (estómago e intestinos) y también se eleva rápidamente en los niveles de la sangre.
En la sangre, el alcohol se distribuye a todas las partes del cuerpo, pero tiene un efecto pronunciado en el cerebro. Bajo la influencia del alcohol, las funciones del cerebro se deprimen, es decir, se tornan lentas. La pérdida de este control da como resultado un sentimiento de excitación en las primeras etapas de la ingesta de alcohol.
Por esta razón, se piensa erróneamente que el alcohol es un estimulante. Bajo la influencia de cantidades crecientes de alcohol, el bebedor se vuelve gradualmente menos alerta, la conciencia de su entorno se vuelve confusa y la coordinación muscular se deteriora.
El cuerpo comienza a eliminar el alcohol inmediatamente después de su absorción. El 90% o más del líquido absorbido se elimina mediante procesos metabólicos, principalmente en el hígado. Este órgano es el encargado de procesar las sustancias tóxicas.
Y ¿cuánto alcohol podemos procesar? Hay muchas cosas que afectan la rapidez con la que el cuerpo procesa el alcohol, incluido el peso, la composición corporal y las hormonas, la cantidad de tragos que se han tomado y la velocidad con la que se los toma.
En un hombre promedio, el hígado puede procesar aproximadamente una bebida alcohólica por hora, esto son unos 15 mililitros de alcohol puro. Es decir, en promedio, el cuerpo de un hombre promedio puede procesar una copa de vino o una botella pequeña de cerveza en una hora. Sin embargo, esto depende de factores como la edad, el sexo, el peso y el tipo de alcohol que se consume. Por ejemplo, el alcohol permanece más tiempo en la sangre de las mujeres porque ellas tienen niveles más bajos de la enzima que descompone el alcohol.
Según la OMS, las mujeres se abstienen a beber con más frecuencia que los hombres y las mujeres que consumen alcohol beben menos que los hombres. Pero, sin emportar el sexo, se puede decir que por lo general una persona que consume más de 15 mililitros de alcohol en una hora sentirá sus efectos. El alcohol se acumula y nos lleva a una intoxicación que afecta el sistema nervioso central.
Los efectos del alcohol en la salud
Ya vimos que el uso nocivo de alcohol provocó un estimado de 3 millones de muertes (5.3% de todas las muertes de ese año) a nivel mundial en el 2016. Y sabemos que las consecuencias del alcohol (ya sea enfermedad, lesión o accidente) son muchas y que dependen de variables individuales.
Pero de manera general, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC, por sus siglas en inglés) podemos agrupar los efectos de un uso nocivo del alcohol en dos grupos de corto y largo plazo.

El consumo nocivo de alcohol no solo daña el cuerpo del bebedor, también puede ocasionar daño a otras personas como familiares, amigos, colegas o extraños. En un nivel social, puede resultar en una importante carga sanitaria y económica para la sociedad.
¿Qué es el consumo moderado?

Tomar bebidas alcohólicas en cantidades moderadas significa una bebida al día para mujeres y dos para hombres, según los CDC de Estados Unidos. Beber en un espacio de tiempo prudente, por ejemplo, cada fin de semana, no tiene muchos efectos preocupantes. Pero, según Mayo Clinic, ni el consumo moderado está totalmente libre de riesgos. Esta institución señala que se debe tener en cuenta que incluso quienes no toman más de una bebida al día experimentan un pequeño, pero real, incremento en el riesgo de sufrir algunos cánceres.
Según el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés) no se debería tomar alcohol en las siguientes condiciones:
- Si planeas conducir u operar maquinaria, o participar en actividades que requieran habilidad, coordinación y estado de alerta
- Si estás tomando ciertos medicamentos que puedan interactuar con el alcohol
- Si tienes ciertas condiciones médicas
- Si te estás recuperando de un trastorno por consumo de alcohol o no puedes controlar la cantidad que bebe
- Si eres menor de 21 años
- Si estás embarazada o planeas quedar embarazada
Por otro lado, el consumo implica más de siete bebidas por semana para las mujeres y más de catorce para hombres.
En conclusión, mientras seas un bebedor ligero o moderado (y si mantienes una buena salud) beber implica un riesgo pequeño y posiblemente no te ocasione mayores problemas siempre que lo hagas de manera responsable.
El consumo de alcohol en el mundo
Según el último Informe de la OMS sobre el estado del alcohol y la salud, un 43% de la población mundial adulta (mayor de 15 años) es bebedora y un 44.5% nunca ha consumido alcohol. Además, desde el año 2000, el porcentaje de bebedores en el mundo ha disminuido de 47.6% a 43.0%, casi 5 puntos porcentuales.
En lo que respecta al consumo individual, según Our World in Data, al 2016, el consumo medio anual de alcohol era de 6.4 litros de alcohol puro por persona, mientras que en el 2000 era de 5.7 litros. Es decir, el consumo per cápita aumentó en 0.7 litros. Mientras que el porcentaje de bebedores a nivel mundial ha disminuido, el consumo de alcohol por persona ha aumentado.

El gráfico anterior muestra que en el norte de África y en el Medio Oriente el consumo es particularmente bajo; en muchos países casi es cero. En el otro lado de la escala, en países de Europa como República Checa, Lituania y Moldavia, la ingesta de alcohol es de alrededor de 15 litros por persona al año. Esto equivale a unas dos botellas de vino por persona a la semana. Detrás de los países de Europa del Este se encuentran los países de Europa Occidental, incluidos Alemania, Francia, Portugal, Irlanda y Bélgica, con un consumo que oscila entre los 12 y 14 litros.
Como vemos, el alcohol se consume en todo el mundo, pero su porcentaje varía significativamente y está influenciado por factores como el género, la edad, el estado de salud, la riqueza económica de un país, las opciones de estilo de vida, la religión y las normas culturales. Por ejemplo, en el 2010, el porcentaje de adultos bebedores de alcohol en Francia fue de 94.8% y en la India fue de 15.1%.